viernes, 17 de abril de 2009

Un buen día.

Levantarse, madrugar.
En la paz, cuesta menos, no cuesta la cuesta.
Llegué, relajado en el aquí y ahora.
Murmullos escuché. Estarían poniendo podre a alguien ¿a mí?
¿A otros? ¿Tramando algo?
Pufffff, eso me importó, no más. Inmerso estaba en las cosas, en los Egiptos, en otros mundos, reflejados en estos mundos.

Llegaron, me preguntaron:
-¿Hoy viniste tú, o tu hermano gemelo?
Respondí:
-No, hoy vino el gemelo, ese que sabe poco, por no decir nada.
Replican, buena réplica:
-¡Ah, pues nosotros te enseñamos!
Contesté yo y mi gemelo:
-¡Eso, siempre! Siempre aprendo con vosotros: sencillez, humanidad, de corazón, con el corazón aprendo.

Partida de parchís, de seis, sin olvidar: no somos seis, unos cuantos más; algunos más entran, salen, atendidos, comprendidos son.
Jugamos, creo, no sé bien, nos divertimos.
¡Qué importa quién gane!
Divertido es, jugar. Siempre ganamos todos. Cada uno lo que quiere ganar. Hay a quién le gusta perder, a otros les gusta jeringar y que no gane nadie (así siempre podremos continuar la partida).
Sin embargo, si algo he enseñado, me gusta pensar: ha sido a jugar, sin malos rollos; sí pierdes, y no consigues lo que quieres, otras cosas habrás visto.
No hay enfados, ni broncas, ni resentimientos.
Así no era al principio, ni de lejos.

Noticia querida, deseada, por mi misma mismidad, para ellos.
Un futuro mejor.
Merecen eso, mucho más.
Sin olvidar, el futuro comienza hoy.

Aquí queda un enlace, explicará alguna cosa, mejor que yo:
http://www.otrocarmenpolo.blogspot.com/

Un buen día, hoy ha sido, lo es.

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