“Cuándo nos enfrentamos a nuestras pesadillas, las alternativas que tenemos son pocas: huir, o luchar.
Confiamos en reunir fuerzas para plantar cara a nuestros miedos. Pero a veces, y sin querer, huimos…
Pero ¿y si las pesadillas nos persiguen? ¿Dónde nos esconderemos?”
De nada vale huir, no hay huida posible.
El poder del amor es inmenso.
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