sábado, 28 de febrero de 2009

Botox.

¡Qué duda!
Ante la duda, la más tetuda.

Ahí está el intríngulis, no se divisan tetas en el horizonte. Encefalograma plano veo, ni que el asunto estuviese muerto morrido, apestándolo todo.

Unos, ya sabemos lo que son. Por trayectoria, hechos consumados e ideologías. A pesar de operaciones de maquillaje e inyecciones de botox a mansalva. El algodón no engaña, lo pasas y sale tiznado.

Los otros, decepcionantes en grado sumo. Esperanzas perdidas, verdades defendidas ofendidas, transgredidas.
Lo peor, justificadas, argumentadas.
Sí de lo bueno, lo mejor,
ellos eligieron de lo malo, lo peor.

Los de más allá, ¡títeres!, de unos y de otros.
El poder, que no el querer, y en esto ¡todos!

Ande yo caliente, ríase la gente. ¿Qué hay de lo mío?
¡Todos!

¡Me aburro!
¡Pis, caballo!

viernes, 27 de febrero de 2009

¡Terror en el supermercado!

¡Horror en el ultramarinos!
No, no ha desaparecido mi novio. Todavía no ha aparecido. ¿Quién sabe ande andará?

Hoy he ido a hacer la compra. Estaba en la caja para no huir con lo puesto (en el carro) y convertirme en mangante (de esos andamos sobrados).
Esperando mi turno para ser atracado, pacientemente esperaba, legalmente atracaban ellos, cobraban a una mamá con dos de sus dos retoños; uno incrustado en el asiento del carro, aun cabía, y el otro al pie del cañón; devorando un paquete de sugus ambos los dos; la madre de los corderos se olvida algo y a por ello se va rauda y veloz.
Allí quedan, criaturitas.
El pequeño de entre los dos, supongo yo que en un pronto, manda la bolsa de sugus a los cuatro vientos. Ellos, muy obedientes, se esparcen por doquier.
En éstas, me agacho para ayudar en la recolecta de lo sembrado. El jornalero de a pie me mira igualito que a un lardón (este palabro es de la cosecha propia de Gonzalo, ¡lástima no poder transcribirla con la entonación adecuada!), empieza a recoger sugus cómo sí le fuese la vida en ello y mi intención fuera robársela. El incrustado poco menos que igualmente, mejor para mí el incrustamiento, sino entre los dos me envían a mejor vida fijo.
Ayúdoles para evitar problemas mayores en llegando la madre que los parió, ni más ni menos.

Liándome como me lío, el horror terrorífico es el siguiente: los pezqueñines, ellos no saben más, ni gracias por la ayuda ni na de na.
El problema que ve uno, la madre no da las gracias. Es más, mira con reproche incluido ¿qué quieres? ¡Pues nada, eso quiero!
¿Sabes lo que significa la educación? ¿En algún momento de tú vida te planteaste tener hijos? ¿Quieres?

miércoles, 25 de febrero de 2009

¿Y de comer hoy? ¿Potajeee?

Hoy toca receta de ¿potaje?
Podría llamársele así a lo que cociné, y no por que den ganas de potar, conste. Rico está, a la par que vitamínico y verdurílico.

Punto primero.- ¿Tiempo de preparación?
Huy, el que te lleve personalmente, bonito: eso en el caso de llevar a cabo de buena esperanza la receta. Personalmente dos horas y pico, en una aproximación aproximativa.

Punto segundo.- ¿Ingredientes?
Para quién piense que segundas partes nunca fueron buenas, los que quieran.
En mi caso (a parte) he utilizado unos cuantos muchos: cebolla; ajo; pimiento (rojo, verde, amarillo. Los tres yo. Colorismo); zanahorias; tomate (suele ser rojo apasionado); brécol ¿o brócoli? (vai ti a saber el nombre verdadero de estas casitas adosadas de los nomos); champiñones; jodidas verdes, no podrían ser éstas de otro colorín; alubias (hoy he utilizado de color rojo vino, no las conocía, pero me provocaron); espinacas; acelgas; agua de la vida; limón, de las preguntas cítricas; aceite de oliva, para lubricar bien; guindilla, ya sé sabe, por el punto picante y digestivo; y creo que no se me olvida ninguno, aunque de querer puedes hacer todas las mezcolanzas apetecibles.

Punto tercero.- ¿Empezamos?
Uno, que es muy suyo, suele preparar primero todos los ingredientes para que estén listos (es que sino, algunos tardan mucho en maquillarse y estar preparados, y luego se te pasa el arroz, Catalina, que aunque no lo lleve la receta que nos ocupa, bien podría).
Bueno, para ser sinceros, lo primero es ir a la compra, normalmente al súper, o a la verdulería en su caso para desahogarse.

Pelamos las cebollas (jodidas ellas, hacen llorar una barbarité) y ya puestos a pelar, los ajos y los tomates. Luego después utilizo la picadora para picar, ¿a qué soy muy original empleando los utensilios de cocina?, ajos y cebollas. Es que sí las pico a mano luego se vengan y lloro mucho más yo que ellas. Los tomates con trocearlos tienen suficiente, pobres.
Las zanahorias las lavo con ganas y estropajo, así les saco ese sabor agrio que llevan en la piel, y luego las troceo.
Los pimientos, se los mando a la Juliana, bastante trabajo tengo ya.
Las casitas de los nomos las separo, no vaya a ser que se hagan fuertes en la pota y se forme una revolución y no quieran ni cocerse ni na, les paso un agua u dos.
A los champiñones, como ya vienen cortaditos los lavo, y punto.
Siendo cómodo como soy, las jodidas, alubias, espinacas y acelgas las compro lavadas y listas, mismamente, preparadas para que se tiren ellas solitas al cocimiento (con un pequeño empujón de mi parte, claro).

Punto cuarto.- ¡Ya va siendo hora de encender el fuego! Digo yo.
Pues eso, como de natural tengo gases en la cocina, aprovecho y los enciendo ¡Con sólo ponerles mechero! Son potentes mis gases, y naturales.
Cojo una pota (vosotros sí podéis coger una olla, mejor. Sobre todo en el caso de ser argentinos y fallar en la pronunciación, vite). La pongo en el fuego fatuo, le añado un buen chorro… de aceite de oliva virgen extra. En cuanto se calienta, le añado la cebolla y el ajo; que se doren, a ser preferible a su ritmo, es decir, a fuego lento, mucho más mejor que deprisa y corriéndose.
Ya doradito el asunto, añado los pimientos a colorines. Los dejamos un ratillo, para que cojan temperatura y se adapten.
A continuación echamos las zanahorias, naranjas ellas. También les concedemos su tiempo (no por mucho amanecer madruga más temprano).
Transcurrido un tiempo o así, ahí que te van los tomates troceados a la fiesta de Blas, pasados unos momentos ya está en una ebullición el asunto así como ¡Chup, chup a tutiplén!
Ahora es cuestión de hacer unas preguntas cítricas, o en su defecto echar el zumo de un par de limones, sin por ello vaciar todo lo demás, oye.
Ya desechos los tomatoes, para dentro el brécol (sí o sí) y los champiñones igual para que no se quejen de preferencias.
Ahí, que se lo hagan, veinte minutos al menos. Menos no, por favor, por favor te lo pido, corre el peligro de lo contrario de quedar todo duro.
Transcurridos, los tiempos, añadimos agua de la vida, ¿y yo qué sé cuánta? Sí lo viera… Tres vasos mínimo, mejor cinco, aunque todo depende de lo que pende, o de las cantidades del producto echado, que para el caso es lo mismo.
Aquí también añadimos sal al gusto, y sí gustas un par o tres de avecrenes. Y la guindilla, o las dos; y orégano, o hierbas en general, o en particular las que te gusten. Yo que sé, investiga.
A los veinte o más minutos, añades las verduritas, acelgas y espinacas. Dejas que vuelva a hervir al chup, chup de la buena nueva. En ese mismo punto, con cinco minutos más (no me seas deshogao) listo está el condumio.

Pudiera parecer que tenga una pinta espantosa, siendo probable que la tenga.
El caso es probar, a lo mejor no es sólo la pinta lo que pinta.

martes, 24 de febrero de 2009

Descalabros sentimentales.

Ayer quedé con una amiga. ¿Puedo llamarla así? No lo sé bien.
Probablemente sea yo más amigo suyo que ella de ami.

Después de meses, unos cuantos, sin contacto alguno (por sus partes no realizados, y por las mías fallidos pero intentados) ayer llamó.
Estaba descalabrada de sentimientos, deprimidilla dijo, concretamente: que triste, el amor no me asiste, mi novio no me viste; no quiere ser como yo quiero que sea, y no cambia, me da una rabia; me hace pupita, pero dice que me quiere mucho, mucho, como el helado al cucurucho.
Eso dijo resumiendo, aunque ni de lejos expresado con esas palabras, o así captaron mis entendederas.

Uno no entra ni sale de donde no le llaman, aunque en este caso fui llamado y preguntado. Respondí lo que imagino es el amor: queriendo quieres a quién quieras tal cual es, no a alguien que quieras querer como tú quieres que sea. ¿Amas una imagen o a una persona real? Las personas no suelen cambiar, son como son. Piensa bien a quién quieres, y toma una decisión.
Creo que no escuchó siquiera, oír sí.

Se despidió deseando recibir una llamada suya, para seguir sufriendo en el intento del cambio, imagino.
Yo me despedí diciendo” hasta la próxima, será cuándo tú quieras, llámame”.

¿Llamará? Llamará ante otro descalabro, las personas no cambian.
¿Responderé? Responderé, las personas no solemos cambiar.

sábado, 21 de febrero de 2009

Burbujas.

¡Cienes y cienes!
Burbujas doradas en ebullición recorriendo mi cuerpo. Llenándolo, impregnándolo todo. Energía dorada.
Grata y placentera sensación fue.
Se me dio por pensar en jugosas fresas rojas, y champlán para acompañar.

miércoles, 18 de febrero de 2009

¡Ah! ¡Era eso!

Quedó un poso extraño. Una voz interna, difusa, no conseguía entender su significado ¿por qué me encendía por momentos? Cierto desasosiego.
Frases por acabar, interrumpidas por otras. A nadie parecieron interesar.

Caminaba por la ciudad, oscuro (el día porque se había acabado; y yo por un no sé qué, que qué sé yo, que yo qué sé). Pasé por delante de un edificio que me gusta, especialmente, iluminado por el artificio: robusto, señorial, majestuoso, precioso. Y en ese preciso instante todos los focos, hasta ese momento dirigidos al edificio, iluminaron mis adentros. Y surgió así la clave.
¡Ya lo entiendo!

Arquitectura creada por humanos, en ocasiones impresionante. Siempre será preferible, al menos para ami, las construcciones de la naturaleza, siempre vivas, siempre cambiantes.

“…la especialización del hombre civilizado moderno ha traído consigo una especie de artritis prematura para muchos de nosotros… El esfuerzo tiende a regular nuestras vidas en vez de la fuerza y el dejarnos ir en vez de entregarnos. No obstante, es el árbol, el que no tiene nada que dejar ir y que simplemente se rinde, el que exhibe esa gracia en el ventarrón y que tiene la elasticidad para sobrevivir.”

No represento a nada; no represento a nadie; no quiero representar a nada; no quiero representar a nadie; ni lo necesito. No soy representativo de… Es mi ser. Soy así.

Cuestión de gusto y preferencia. ¿Mejor el tuyo? ¿Y sí está corroborado por alguien, tienes la razón de tu parte? Pues vale, pues de acuerdo, pues tú ganas, ¡enhorabuena a los premiados! Luego pues.

¡Eso era!

lunes, 16 de febrero de 2009

Miradas.


Curiosa foto esta. Dice muchas cosas, además de lo que ves.
Intuyo cierta nostalgia en la mirada serena de la protagonista. Al mismo tiempo que ganas de estar fuera y no dentro. ¿Cuál será el horizonte visto?

Quizás me guste más hablar a mí con ella que a ella conmigo.
No quiero decir eso, seguramente tenemos temas diferentes a los que dedicar nuestra atención.

No sé la razón del por qué nunca le he preguntado ¿qué se siente al salir de un pueblo perdido en Galicia (terra soñada por min) de los miles nueve cientos y medio del siglo pasado?
Sin nada, con lo puesto. Siempre con la oportunidad de volver, ni más, ni menos.
Pueblo, en sus buenos tiempos asín, a bote pronto, con ¿cincuenta habitantes?
Mejor rebajamos el bote, creo exagerado el número, pero tampoco se lo he preguntado.

(Perdón, me sigo dispersando pero ¿Y sí el problema es mío y no pregunto?
Se siente la interrupción, se me escurrió la pregunta de frente al perpetrar estas líneas. Nunca antes me la había hecho. Tengo deberes, apuntados quedan).

¿De los Ancares a Barcelona, y luego a Londres? ¿Sin anestesia ni na?
Me da un vértigo…
En el momento en que pienso en todas las dificultades a presentarse a si mismas: hola, soy un país de las extranjerías; hablo idioma distinto; tengo otras costumbres; otros usos…
¿Cuántos miedos, dudas, incertidumbres, pueden atacar ante retos de tamaña envergadura?

Admirable valentía.

Dedicado a Regina.

viernes, 13 de febrero de 2009

Disfrutando, en ocasiones varias; aprendiendo siempre.


Es muy posible, a la par que probable, seguramente penséis que no me gusta mi trabajo. Huuummmmj, ¡error!
Culpa, culpita mía. No sé expresarme por escrito, y en el lenguaje oral a veces lo dudo muy mucho.
Sí quitamos todos los seres inhumanos que acuden a su trabajo (por aquello de las lentejas) qué no trabajadores, mayoría; y la podredumbre que traen consigo, me rechifla el trabajo. Claro que chiflado ya estoy un poco mucho, mira cómo me pondré.
Me encanta, disfruto una barbaridad en esos momentos en los que consigo ver claramente la esencia, lo afortunado que soy. La humanidad, inteligencia emocional a raudales, sinceridad. La vida al desnudo, sin tapujos.

Hoy le dice Pablo a Luis:
“Luis, tú tienes que entender que la vida está hecha de cartón”
Uno que a veces no entiende, o muy poco, le pregunta el significado de lo dicho. Pablo no sabe contestar el porque, y yo no consigo discernir.
Por suerte estaba Juan presente y me aclara el significado, la vida es de cartón: es débil; se moja y se deshace; viene una tempestad y se la lleva; Macaco canta “gira que gira la vida, y a veces se tuerce. Me dijo la tendera ayer, sonríe olvida las penas, que los pasos que hay entre lo que tú planeas hay va una vida entera…”

Por cierto ¿conocéis a Juan? Deberíais. INTELIGENTE, SABIO, PERCEPTIVO, INTUITIVO, BELLÍSIMA PERSONA… ¿Qué podría decir acerca de él que le haga justicia? Lo mejor es que ni lo necesita ni lo quiere. Afortunado soy, disfruto de su compañía y sabiduría.
Va por él. Y por Giussepe, Pablo, Laura, Jose, Luis, Kiko, Roberto, Magdalena, Diana… Y todos aquellos Maestros que me enseñan día a día.
Por cierto, Dianita me llama "el arrebato", yo supongo que es por la melena y el parecido de ésta con el grupo o solista del mismo nombre, me suena pero no sabría identificarlo. No anda muy desencaminada, la muy jodía (dicho ésto con todos los respetos a su persona, no vaya a ser que sea y se entienda mal)

Afortunado soy.

miércoles, 11 de febrero de 2009

Más quisieras, "bonita"...

Que ser la reinona del panal.

En principio he de aclarar ya y pedir disculpas. Quizás el lenguaje empleado, aun sin escribir nada más que estas pocas palabras (imagínate lo que saldrá del teclado en un rato, sapos y culebras como poco), os resulte un poco soez y palabroso. Me es igual, el que no quiera a otra cosa marisopla.
Este “sí, pero no, dudando, viviendo” nació, entre otras cosas, para ser un desahogo personal; y hoy necesito desfogar o de lo contrario “mira que reviento y lo pongo todo perdido ¿eh?”
Y tampoco es que haya sucedido nada en particular, pero hay días saturantes.

A lo que te voy. Más quisieras, “bonita” que ser la reina del panal. Entiéndase las comillas de bonita como un eufemismo de puta gorda tetuda.
A lo mejor te lo crees tú, y toda la prole de indeseables y chupapollas que te cortejan. Entre todos ellos no existe ni un solo zángano que te fecunde. Llegados a este punto, aclarar qué no existe un macho cabrio capaz de echarte un buen polvo, porque a diferencia de las malas lenguas en las vaginas, Tú eres frígida de natural, y bastante menos mujer que yo, y en lo de persona humana mejor no me meto; por aquello de no exacerbar demasiado tus carencias, so guarra, abyecta y mala.
Y quede claro, cualquier día de estos llegará, o eclosionará algún huevo (u dos), te pondrá en tú lugar. LA NADA, eso eres, vacuidad. Vacío de humanidad.

El problema principal, 80% de zánganos sin ganas de dar palo al agua, ni tan siquiera copular. Aquí entiéndase zánganos en contraposición a obreras; es decir, ganas de trabajar, afán de superar, intentar dar más.

Claro, mal vamos, nos queda un 20% (¿será mucha proporción? Muy posible). Asusta una barbaridad trabajar, trabajad, malditos, trabajad. Eso pensarán los zanganoides. Sobre todo los que ni de lejos saben hacerlo, y lo que es peor, ni saben, ni quieren, ni pretenden aprender. ¿Qué hacen, dónde están? Pérdida, para ellos. Una vida perdida, triste es, no hay otra.

Resumiendo, que es gerundio.

¿Aljien entiende por ahí aljo de lo escribido?

lunes, 9 de febrero de 2009

Ayyyyyyy, que me voy.

¡Qué no, tonto! Que es broma, hoy no me voy. Me quedo aquí, sin salirme ni na, en casita recogidito.
La Consellería, tan precavida ella, ha tenido a bien suspender las actividades por aviso de temporal, para evitar piligros piligrosos.
Tú ponte en mi lugar, eso sí tienes la empatía suficiente. Lunes, simplemente por el hecho de serlo y no tener que trabajar es buena noticia; a eso añádele que esta jornada es maratoniana, salgo de casa a las siete y cuarto por la mañanita y no regreso hasta las siete menos cuarto por la tardecita (cuarto más, cuarto menos).
Ya me dirás sí es o no buena buena la noticia, de las mejorísimas, coido eu, que se pueden recibir un lunes.
Aunque es bien cierto que sí te levantas, miras la primitiva o primitivo (la que tienes al ladín no, la de los numeritos -sí bien es posible que la que tienes al ladín también te monte unos numeritos…) te tocaron todos toditos y ya no es que sea lunes, o martes, o que más da que no te ven más el pelo por el currele, no me negarás ¿te atreverás? (¿hasta tres veces? Serás Judas.) Eso sí sería el notición. Pero bueno, la segunda posibilidad es bastante dificililla; ya decía Forges “es más fácil que le caiga un avión en la cabeza a un rico, qué que le toque la lotería a un pobre”. Asín que la primera noticia es muy aceptable y gustosa de recibir.

Eso sí, que no sucedan desgracias personales, por favor por favor te lo pido.
Buen lunes y mejor semana tengan sus señorías.

sábado, 7 de febrero de 2009

Apostillas Rafaelinas

“Decíamos ayer…”
Y se nos olvidaban los siguientes comentarios; o quizás por no provocar aburrimiento en las ingentes hordas de seguidores de una prosa tan elaborada, sutil donde las haija, sin faltas de orografía (es decir, plana) y sintaxis (a caminar tocan), omitíamos adrede. Seguimos luego pues.

- La Reina Madre…
(Que después de tomarse sus gin tonics
ya no sabía muy bien sí iba o venía,
ni que fuera gallega la tía.
Aunque mira, la mamma mía,
la de verdad, aclaro esto porque muy reciente he sido adoptado,
con gran regocijo.
Mira, a lo mejor me lío, seguro.
Al cabo (de guardia) con las quejas, tienes dos opciones: pasar de leer esta mezcolanza de vida propia, estando en todo tu derecho e izquierdo; o leer porque te apetece, quieres, puedes, te da la gana y, además, tienes tiempo.
Intento explicar lo siguiente:
Regocijo no es la palabra adecuada, significa exactamente “júbilo. Estado con el que se exterioriza la alegría.” Y así me sentí en el momento del adoptamiento, pero creo que uno no exterioriza todo lo sentido interiormente. ¡Imagínate un loco saltimbanqui!,
¡dando besos y abrazos!.
¡A brazos abiertos!
¡Oye tú!
¡Pues calla que tú!
Bueno, para resumir,
decir,
asín fueron mis asentimientos interior mente sentidos,
aunque quizás no expresados.
A lo que te voy, la mamma mía sin ir más lejos de Lugo (allí se encuentra at this momento) habla un inglés idiomático verbal con acento gallego, aunque a veces sea un gallego con acento inglés, muy elaborado y rico en matices. Da gusto escucharla platicar en inglés con un nativo o nativa, hijo o hija de la Gran Bretaña, igualitito lo hiciese todos los días.

Es curioso, hay idiomas superverdes, a la par que alimenticios y sabrosos. Aunque el inglés no se encuentre en esta categoría ni de lejos. Por ejemplo, y otros…
Para ser más concretos ¿quién no ha oído hablar acerca de la comida francesa?¿ O la alimentación griega?
Quizás te suene más (a chof chof, mira es que se me acaba de escurrir)
la comida cubana.
¿A quién carallo le sabe la comida inglesa, o a qué?
Por cierto, sí tenéis información verídica de la comida inglesa, su sabor, olor y particularidades, os agradecería muy mucho la aclaración de esta ignorancia absoluta about this thing en este mismísimo lugar.
Ya tú sabes, macanudo,
Las ventajas de hablar,
muchos idiomas,
todos mal.
Ayyyy, el verdismo, tan intenso él.

…, esa tan señorona ella, aunque con una falta de humanidad (¡no te jeringa! ¡Cómo que es una abeja, aun siendo Reina! Lo realmente preocupante es el hecho del abundamiento de personas,
que presuponiéndolas humanas,
carezcan de tal condición y sentimiento) normal, por otra parte, son a bejas.
A veces,
las mata callando,
antes de eclosionar el hexágono gestante,
acude,
asesinante
sin ir más lejos se las carga mismamente allí, antes de nacer
¿Qué pensarán las abéjulas al respecto,
importará lo más mínimo?

Además, no te creas que a la Reina le valga cualquiera cosa,
no,
de entre todos los zánganos, elige al único que la sigue,
al infinito y más allá,
¡y la consigue!
vuela más y mejor,
claro quede,
en el intento no se quede,
reserve fuerzas para lo que le espere,
más y mejor.
Ése, la consigue.


- Sobre las OBRERAS, tengo una sobrina que cuándo era pezqueñina decía: ¡mira!, un sombrero trabajando. La echo muchísimo en falta.
Deciros que, además De por la alimentación (no me gusta mucho el fútbol, más bien me aburre un poco mucho, pero en el caso de la necesidad de haber pertenecido a algo, De por) eligen el tamaño de las cerdas.
Uy, pendón, quería decir de las celdas,
Sí va a resultar Reina,
la celda dónde se gesta es mucho más elaborada,
la decoración asín como muy choc,
espaciosa,
ni que estuviera en las Nova Yorques en un loft,
¡vamos!.
Y tienen el poder,
ponen,
sí llegado el caso es necesario quitar.
Quitan.
Lástima no tengan sentimiento de comunidad,
Lo tienen, pero muy pocas, necesitamos luz,,
¡Que viva la uz!


Y ya, otro día por estos andurriales, os cuento,
¡Un cuento!
Hay algunos preciosos y emocionantes.

viernes, 6 de febrero de 2009

Hola Rafaela ¿sí fuera...?

El miércoles pasado estuve de salida (ya estamos con esa mente calenturienta, verdes, más que verdes. A ver si va a resultar que las salidas o salidos sois vosotros ustedes. Vale, yo también, of course, ¡que bonito es el verdismo!, caray, y sí se tercia compartido, el empezose; como diría tita Marilús, ¡de carallo pa riba!). A lo que te voy, sino esto corre peligro de convertirse en un batiburrillo de mucho cuidadín, sí no lo es ya. Es que me lío solito (¡claro,! porque no puedes hacerlo en pareja, ¡ja, ríete de los pajaritos de colorines!).
Pues fuimos de visita a una exposición sobre apicultura. Sí hombre, o mujer en su caso, esos animalitos que vuelan, zumban, recolectan, hacen la miel en los labios, polinizan,
se organizan,
y además de todo lo anterior (por si fuera poco) decía Albert Einstein sobre ellas: “si la abeja desapareciese de la superficie de la Tierra, al hombre sólo le quedarían cuatro años de vida: sin abejas, no hay polinización, ni hierba, ni animales, ni hombres”.
Por sí ni con todas las explicaciones anteriores sabéis de que animalitos voladores hablo, a mayores os diré que el ser humano (o simplemente animales con ropa, en algunos casos) toma dos posturas bien distintas ante su aparición delante de él, a saber:
1-. Postura inmóvil, cual petroglifo viviente (ésta la adopto yo personal mente. Y conste que no es influencia del yoga, pues era así ya antes de practicarlo);
2.- Postura, o posturas más bien, igualito que sí te hubiera o hubiese dado el baile de San Vito (Corleone noooo, para entendernos, vamos, epiléptico total).
Y la segunda opción es errónea cien por cien (diez mil). Imagínate que impresión se puede llevar el animalito en cuestión cuando ve a alguien dando bandazos y brazadas. Pensará que, o bien le quiere dar un mamporro, o está practicando la natación, y para eso que se tire a la piscina él, que puede, ¡no te jeringa!. Más quisiera yo que refrescarme, piensa la baejita después de largo vuelo.

Las abejas tienen una sociedad mejor estructurada que bien. Dentro de un panal de rica miel existen las siguientes escalas sociales (ni ahí se libra el mundo mundial de clasismo):

-De primera está la Reina (la de los mares no, la del panal o colmena). Curiosa hembra esta. Nada más que de poner y de poner huevos todo el santo día (como que tres mil puede al día, la muy huevuda). Nada más que hay una, y punto,
AQUÍ MANDO YO
SANSEACABÓ.
A veces, cuando ya la ciudad se vuelve insufrible por exceso de huevos, tráfico, ruidos y población a tutiplén, la Reina mora de la moreria decide emigrar a otro lugar. Entonces manda inspectores de terrenos en tareas de reconocimiento, en busca de otro Edén abejoril, o que así se lo parezca al mandado, claro (pero como para eso ella es muy lista manda al reconocedor más eficiente en los exámenes de fin de curso, y como muy tonta no es, por sí ha copiado éste, envía a otros cuantos más). Al final, o en principio de la nueva colmena, no sé sabe muy bien, sí es porque el que regresa con la información del mejor Edén,
lisonjea mucho y bien,
o por la listura propiamente propia de su majestad, ella siempre hace la mejor elección (o así se lo parece a ella, y están los tiempos como para discutirle nada, que te manda al paro sin subsidio ni na. Y eso en el mejor de los casos, en el peor te pones a discutir y te manda a la muerte, y de ahí no se tienen noticias del regreso de ninguna abejita, bonita o no).
La cosa es que cuando el Edén, nuevecito por estrenar,
en primera línea de flores vírgenes a libar,
protegida de vientos del norte, orientada al sur, oséase situación idílica,
es encontrada
decide ella solita emigrar,
y se lleva al grueso de la colmena con ella. Sólo deja en el antiguo lugar
un grupo reducido de obreras (esa es otra capa social que ya explicaré en su momento oportuno, aunque de seguir así será pasado mañana como muy pronto. Jodere Jose, que complicado y cuantísimo tiempo lleva una lección de abejorismo), además de haber ya presupuesto que será necesario sustituirla, con lo que habrá dejado también un par o tres de futuras reinonas gestándose en sus hexágonos. Pero al final quedará, de las que nazcan, sólo una, será la más fuerte y la fraticida, ganará a sus hermanísimas por la fuerza, es decir, las envía a criar malvas (para después poder libarlas y que el ciclo continúe).
Por cierto que la Reina sólo sale de la corte una vez al año. Cuando termina el invierno sale a desperezarse, se da un garbeo y vuelta a poner y de poner.
Que aburrimiento ser reina.
¡Ah!, se me olvidaba deciros que viven entre tres y cinco años.

- Zánganos, los que sigue en la escala social. Suelen ser muy vagos ellos, de hecho lo son. Fíjate, es que son los únicos machos del colmenar. Lo único que hacen es fecundar a la reina (habrá quién piense que no es poco, y puede ser que sea que estén en lo cierto, o no). Eso sí, cuando llega septiembre, se los cargan a todos. Pobres, no dan para más, y claro, no es cuestión de mantener a unos chupópteros todo el invierno, ni que fueran maharajaes de la India. Non, a vaquiña polo que vale, derroches los mínimos.
Estos bichines voladores, que también salen una vez al año para perseguir a la reina, viven en una aproximación de tres meses.

- Y ya, por último (para ami es de primero), tenemos a las OBRERAS. La base de todo el cotarro, el sustento de tanta tontería.
A ver, tienen una vida plena. Nada más nacen durante cuatro o cinco días se dedican a la limpieza del complejo residencial. Suele haber entre 30 y 40 miles de ellas.
Entre los días cinco y seis hasta los doce (todas estas fechas son un suponer, pues no se conoce de ningún caso en que una obrera dejase diario con fechas estrictas de su vida) dedican su existencia a nutrir con jalea real las larvas de las futuras obreras, zánganos o reinas.
Por cierto, quién decide sí una abeja va a ser reina, zángano o obrera son las propias obreras (y esto lo deciden según la alimentación que les proporcionan a las larvas, sí durante todo el proceso de alimentación les proporcionan únicamente jalea real nacen reinas ellas, oye).
Después, en un par de días se dedican a almacenar polen y néctar, además de ventilar la colmena para mantener la temperatura y humedad sin variaciones. Luego se convierten en guardianas del panal para que no entre ningún indeseable o alguna indeseabla. Y después a volar hasta su defunción, en libertad, llenándose de polen y néctar, de flor en flor, retozando, colorines, unmmmm, que justo.


Hola Rafaela ¿sí fueras abeja, qué te gustaría ser?
Yo, por mis partes lo tengo clarisísimo. Quiero ser obrera.
A lo mejor, o a lo peor dices tú ¿pero estás loco, nada más que de trabajar y de trabajar? Bueno, eres muy libre de elegir.
Pero ten en cuenta que mi misma mismidad diría: ¿pero estás loco, encerrado toda la vida, no conocer nada, o como mucho saber lo que hay fuera y nada más poder disfrutarlo un día al año? No podría con ello.
Por cierto, no dije que las obreras viven ma o meno cuarenta y cinco días en primavera y verano (en invierno más, pues están en estado de letargo y no consumen energías, tres meses, a bote pronto existen).
Prefiero una vida plena breve a un sinvivir sin vivir.


Otro día, si se tercia, hago una reflexión (¿será mejor el tinto o el blanco?, Uy, no, esa es una raflexión) de lo expuesto en relación a mí trabajo. Suelta liquidillos viscerales, se presta el texto, y mucho.

miércoles, 4 de febrero de 2009

Talento desaprovechado.

















Sirvan de homenaje estas líneas a Jose, en su interior existe un ARTISTA. Lástima, no está en el lugar idóneo para desarrollar sus inmensas facultades creativas.
Os dejo aquí una muestra de ellas. Fijaos en los detalles, si lo estimáis oportuno.
¡Gran placer asistir al parto de una obra de arte! Sus inicios ¡simples bocetos!; desarrollo ¡exhaustivo!; culminación ¡a la vista está!.
Todo hecho de memoria. Gran mérito tiene.
Pobre homenaje puede resultar ésto en comparación a lo creado.
Dedicado a Jose.



domingo, 1 de febrero de 2009

Hilos.

Algo a primera vista tan simple.Este fin de semana estuve cosiendo.
Con buen hilo prestado, lo hago genuino.
Deseando, queriendo,
intentaré con todo mí ser no separar lo cosido.
Sencillos botones de amor,recogimiento, acogimiento,expansión, libertad,amistad.
Caruno es caruno, ¡ viva el carunismo!