jueves, 5 de septiembre de 2013

Carne ó Caldeiro.

 Dudandillo…
 ¿Hacer una entradilla sobre recetilla o despacharme agustillo?
 Pues ambas las dos que te van en una, y menos dudarcio.

 Receta, “Carne ó Caldeiro”:

  Ingredientes (para 4 comensales):
      . 1 Kg. de jarrete de ternera.
      . Una cebolla.
      . Una cabeza de ajos.
      . Patatas (según las que vayáis a comer).
      . Un par, o tres, de hojas de Laurel.
      . Pimentón dulce y picante (al gusto).
      . Una cabeza de ajos.
      . Aceite de oliva virgen extra.
      . Sal gorda.

Elaboraçao:
    . Eliminar la grasa sobrante del jarrete y cortar en dados de, aproximadamente, 4 por 4 cm. (igualito que un todo terreno). Poner a sudar en agua fría para eliminar impurezas (pero ¿estás seguro que en agua fría se suda? Siiii, no me equivoco al menos aquí) así como una hora.
    . Mientras suda la carne; poner a hervir agua abundante; añadir la cebolla pelada y lavada; la cabeza de ajos, sin pelar y bien lavada; las hojas de laurel; y un chorro de aceite.
    . Cuando levante el agua (es decir, al hervir a borbotones) añadir la carne en todo terreno (previamente escurrida del sudado); aquí, en este mismo punto, hay que volver a esperar a que levante otra vez; cuando vuelva a levantar (no por mucho amanecer madruga más temprano), bajar el fuego y dejar cocer al chup- chup, sin prisa pero sin pausa, aproximadamente una hora y cuarto. Transcurrido este tiempito, añadir las patácolas troceadas. Cuando vuelva a levantar, dejar cocer hasta que las patácolas estén hechas (probar las susodichas para saber si están).
    . En estando, apagar el fuego. Sacar con espumadera los dieciséis (el 4 por 4) y las patácolas.
    . Presentar (a los desconocidos, hay que tener en cuenta que si cocinas tú ya tienes cierto trato…) en fuente regado con aceite de oliva y espolvoreado de pimentón dulce y sal gruesa (conejo, uy, pendón, quería escribir consejo: el pimentón picante, aparte, que cada quien se añada lo suyo…

Probar y degustar la receta. Si tal, bien, y si no, pues nada Personalmente me ha encantado.

 Despachándome agustillo…

 Al otro hay que darle de comer a parte. Aunque más bien se alimente el solo... en cuanto te fijas, se ve atiborrándose de lo que pilla...

 Pero vamos a ver: tú, que todo lo sabes y lo has hecho ya anteriormente ¿te hundes porque en el examen práctico el ejercicio que te ha tocado es la elaboración de un postre libre? ( si, ja, a lo más peor es que hablas de oídas… recuerdo aquella vez que decías: “yo es que trabajé en el restaurante del areopuerto de Alvedro, y cuando necesitábamos algo del restaurante  del areopuerto de Santiago, en el primer vuelo nos lo mandaban… Claro, claro, claro, hay tantas conexiones a diario de vuelos entre los dos areopuertos…) Y vas y haces unas natillas…

 Joder, es que me cansas mucho… el otro siempre hablando por boca de los demás… “es que mi padre, que es camionero… blablablá… mi madre… blablablá…”  ¿No tienes vida propia, nunca has hecho nada por ti mismo? Visto lo visto, no. ¿A quién se le puede ocurrir echar a freír un huevo en la sartén con aceite bien caliente desde una altura considerable? Ayyyy, es que me he quemado, me ha salpicado el aceite caliente… Nos ha jodido, tienes suerte de no haberte chamuscado…


Y asín, unos cuantos fantasmas opino que te hay desde aquí… No te sé lo que opinarán desde el otro lado, tampoco me importa ¿tan poco? Pues si, me importa bien poco, quizás nada. Aprendiendo mucho más de lo que sé, esto sí me importa mucho muchisísimo.

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