miércoles, 14 de abril de 2010

El libro del té.

(Kakuzo Okakura)

“… Hemos dicho que el Absoluto taoísta era lo Relativo…

...Una definición es siempre una limitación…

...La educación para robustecer puras quimeras, cultiva una especie de ignorancia. No enseña al pueblo a ser verdaderamente virtuoso, sino a conducirse como imponen las conveniencias. Somos perversos, porque somos terriblemente conscientes, porque tenemos miedo a decir la verdad a otros. No perdonamos nunca a los demás porque sabemos que nosotros mismos somos falibles. La conservación de nuestra conciencia se basa en el pánico de comunicar la verdad al prójimo. Nos refugiamos en el orgullo, nos asusta confesarnos la verdad a nosotros mismos. ¿Cómo se puede tomar al mundo en serio, siendo el mundo tan ridículo? El espíritu del trueque lo envenena todo. ¡Castidad y honor! Mirad al mercachifle complaciente, cómo subasta la Verdad y el Bien. Incluso se halla en venta la religión, que no es otra cosa que la moral común santificada con música y con flores. Desnudad a la iglesia de su accesoria pompa y ¿qué os queda? Prospera la esperanza, no obstante, por ser lo más barato que se conoce: una oración a cambio de una localidad en el cielo; un diploma contra un derecho de ciudadanía honoraria. Apresuraos a esconderos debajo de un almud, porque como el mundo llegue a conocer vuestro precio exacto seréis vendidos al encante en la primera almoneda. ¿Por qué a hombres y mujeres les gusta tanto hacerse notar? ¿No es eso, por ventura, un automatismo superviviente de cuando se les exponía en el mercado de esclavos?...

… Escucharíamos la historia de aquel buen emperador que no murió nunca por la sencilla razón de que no existió jamás. Montaríamos a caballo del viento con Lien zi y encontraríamos ese género de equitación muy cómodo, puesto que nosotros mismos seríamos el viento y habitaríamos en medio del aire como el patriarca de Hoang-Ho, que vivía entre cielo y tierra porque no era súbdito ni de uno ni de otra…

…en otorgar a las cosas sus proporciones y en hacer puesto a los demás sin ceder el propio estriba el secreto del éxito en el drama de la vida…

… Desde que nacemos entramos en el reino de los sueños, para no despertarnos a la realidad sino en el trance de la muerte…

…«Vacilante como quien cruza un río en invierno; indeciso como quien teme el ataque por la espalda del vecino; respetuoso como un invitado; trémulo como el vidrio en un punto de fusión; sencillo como leño sin labrar; cóncavo como un valle; informe como un agua agitada: he ahí la imagen del hombre perfecto»…

…Soshi deambulaba, cierto día, con un amigo suyo, por las orillas de un río.

-¡Cómo disfrutan los peces en el agua! –exclamó Soshi.

El amigo del filósofo le hizo esta pregunta:

-Vos, que no sois pez, ¿cómo sabéis que esta especie de animales vive tan contenta dentro del agua?

- Si tú no eres yo –repuso Soshi-, ¿cómo sabes que yo no sé que los peces están encantados de habitar en el agua?...”

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