-“¿Quién, gorda yo?”
Noooo, soooorda, mamá.
-“Total, para lo que hay que oír muchas veces…”
Pues también tienes razón.
-“Fui al médico, me preguntó: ¿quiere Usted un audífono?: ¿Quién, yo? Claro que no.”
Claro ¿para qué? Luego estás en la cocina y nosotros en el salón, o al revés, y escuchas mejor que bien.
-“Es que entonces pongo a funcionar el oído, alerta los sentidos.”
Nooo, casi no sabes na.
Simpática, la madre que me parió.
¡Viva la madre que me parió!
Olé.
ResponderEliminarLa verdad es que el audífono está bien, pero sólo a veces. Cuando hay máquinas o vas en un coche con la ventanilla bajada amplifica demasaido el ruido y es un incordio. Y cuando se queda sin pilas oyes peor...
Lo que les pasa a las madres es que sólo escuchan lo que quieren, es un hecho comprobado científicamente xDD.
Juani, la túa Mamma tiene razón, que quieres que te diga...
ResponderEliminarY por cierto, hoy hubo comida y no has venido >:o Mú mal...
Efectivamente, recientes estudios científicos confirman que las madres tienen oído selectivo, o sea que oyen solamente lo que les place. Son capaces de escuchar un susurro a un kilómetro y luego no oir lo que les has repetido en la oreja doce veces.
ResponderEliminarMadre lista, tienes, ami. En todo caso, trompetilla, que te la pones y quitas cuando quieres y además no gasta pilas.
Kuru: comida, que yo sepa, hay (casi) todos los días.