viernes, 22 de enero de 2010

Eins kilo kartoffeln.

Un día, hoy. Viernes día.

Escuchando un disco de Elvis Pelvis. Bailamos y disfrutamos.


Después llamaron a ami. Un sinsentido comunicaron. En principio preocuparon, mosquearon. Después, pasada la impresión, ya no. Que sea lo que tenga que ser. Me ocuparé en su momento, no pienso preocuparme. Ya se verá. Eso si, mucha amabilidad en el hablar, siempre se agradece. Error de ami en los papeles. Incluso volvieron a llamar para aclarar, con mucha amabilidad, se agradece.


Comida post-navideña. Antes no pudo ser.

Divertida, mucho, algunas risas bastantes. De ciento y muchos, éramos cinco. Faltaba una, no pudo venir, lástima.

Tuvo un cucurrucu que sabía alemán. Eins kilo kartoffeln, le enseñó.

Chúspelle alí.

Pois chégalle ben.

O sea, la mar.

A lo que te voy.

Un boy quiere contratar. Es así, naturalmente natural.

¿Raras expresiones? Naturales, caruno las propias.

Tal como somos, casi, nos mostramos.


No paró de llover, no para.

Agua, bienvenida.

2 comentarios:

  1. No hay Dios que te entienda...

    Salu2

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  2. Ni mismamente, a veces, yo.
    Cuanto peor me entiendo, mejor me explico.
    Resulta que a lo mejor, o a lo peor, no es necesario entender nada. O sencillamente lo que quieras entender.
    O con no leer, listo que te está.
    Lo que parezca, es lo que es.

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