de la cocina.
O no, a saber lo que se me escurre.
Espero que sucedan muchos encuentros venideros.
Mi querido hermano me ayuda, al igual que en las fases anteriores.
¿Será?
Será.
¿Podría ser sin él?
Podría ser, nunca igual.
Nunca vivida la cocina.
¡Pobre cocina! sin mi querido hermano, solo hecha, y no vivida.
Te quiero una jartá, blodel.
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