Planté hoy.
No había pisón.
Tocó, en su defecto, pisar.
Después regar.
Antes tocó rastrillar un poco.
Para un buen sembrar, siempre necesario, preparar.
Lavé las navajas, nunca lo había hecho.
Pregunté en la pescadería: ¿y esto, más o menos como las almejas, non si?
-Ponlas a beber, no más de veinte minutos.
Ya sabes, agua con sal (ya sé, escuece). A partir de ahí empiezan a reabsorber lo soltado.
Y veinte minutos estuvieron bebiendo, otros veinte añadidos con el agua salá recién cambiá.
Soltaron arena en el primer: al agua,…
Casi no soltaron, en el segundo.
En la boca… Arena, en el desierto.
Navajas:
-A la plancha. Nunca en ristre.
Con un toque de limón.
Necesitaban más calor.
Además, un pronto comercio.
Pregunto:
¿Por qué nadie se acercará? Al preparar.
Luego dirán: muy, o menos.
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