Caminaba por la mañana.
Recordé.
Recordé.
Jose trabaja el cristal ¿me podrá ayudar a encontrar?
Llamé y pregunté.
Inmediata respuesta: Ven, elige.
Agradecido quedo, serás parte de la cocina.
Parte imprescindible de la vitrina.
Gracias, querida Jose.
Me regala, aun encima.
Solo tenía un cenicero.
Artesanal, el segundo. El primero.
Con sus manos, hecho.
En preferencias, el primero.
¿Lo usaré?
Para ellos, por y para ellos.
Flores, secas, orquídeas flores secas.
Otra variedad.
Quedan negras, al secar.
Vi, y pedí ¿me regalas?
Generosa, regaló.
Azul cobalto misterioso.
Así ha de ser el colorín.
Profundo, en la vitrina, en la cocina.
Llamé y pregunté.
Inmediata respuesta: Ven, elige.
Agradecido quedo, serás parte de la cocina.
Parte imprescindible de la vitrina.
Gracias, querida Jose.
Me regala, aun encima.
Solo tenía un cenicero.
Artesanal, el segundo. El primero.
Con sus manos, hecho.
En preferencias, el primero.
¿Lo usaré?
Para ellos, por y para ellos.
Flores, secas, orquídeas flores secas.
Otra variedad.
Quedan negras, al secar.
Vi, y pedí ¿me regalas?
Generosa, regaló.
Azul cobalto misterioso.
Así ha de ser el colorín.
Profundo, en la vitrina, en la cocina.
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