sábado, 6 de junio de 2009

¡Increíble! ¡El serrín, limpia!

Madrugué hoy. Estoy cansadito.
A las ocho ya estaba trajinando, el desayuno.
Después, no subí y bajé cuatro veces cinco pisos, cargadito, si no ¡Cinco!
¿Premonitoria entrada anteriormente?

Dice: ¡Es increíble, el serrín limpia!
Digo: ¿Con lo que mancha?
Contesta: Si, mancha, pero luego barres y arrastra todo.
Es verdad, incríble ble, cierto.

Por la tarde, otro punto de vista, otra persona humana dice: Excepto los pulmones.
Pues también es verdad.

¡Uhmmmm!
¡Qué bien huele la madera!

Trabajó con una fresadora.
Curiosa herramienta. Se me escurrió, a ver si hago un grabado en madera.
¿Qué grabaré!
¡Qué prisas! Aun no lo sé, hombre por dos.
Ante todo, mucha calma.

Y llovió por la mañana, casi toda la mañana, todo lo que quiso llover.

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