viernes, 6 de noviembre de 2009

Doscientas cositas.

¿O más?

Se verá en sus pantallas próximamente, o no.

Entre cienes de miles, doscientas las conozco. Poca cosa, es.


Una luz, una vela. La necesita.

No entiende nadita.

¿Te dan una lección para aprender? ¿Se queda así de ancho al decirlo?

¿Él?

Dice, vive su vida, lleva mucho viviendo en soledad.

Vas y te lo crees.

Necesitas una luz.

Una buena le eché.

No entendió nadita.

Las lecciones las aprendes tú, si quieres crecer. Nadie te las puede dar.



Mira, Ami me dicen: te doy esta lección para que aprendas y, entre tanto, te hago sufrir (que te jodan).

Contesto: QUE TE JODAN, VAS LLENDO POR DÓNDE VINISTE, CACHO HIJO DE LA GRAN CHINGÁ.

Pero no entiende na.


El Monstruo De Las Galletas, ayer.

Azul, él.

Hoy, Epi y Blas.

Viva Barrio Sésamo, y que cumplaaaaaa muuuuuchos máaaaaas.


Elemental Supercoco: “Esto es arriba, esto es abajo; esto es aquí, esto es allá…”

Años Luz, entre el aquí y el allá.

No lo entiende.

Quizá, algún día verá.


Quiérete, para querer.

Para respetar, respétate.


¿Abéjulas, zánganos, reinonas?


¿Héroes? ¿Villanos?

¿El Mal, el Bien?

¿Según quién?


Doscientas cositas.

O más.

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