Sí alguna vez pasas por aquí.
No entenderás nada. Hay vida, aquí.
Lo tuyo no es vivir.
Jeringar y amargar.
Tramar, urdir.
De eso si sabes, mucho.
Pero eso no es vivir, ni dejar vivir.
¿Será, vida propia no hay?
Emplea lo que más gustes, o lo que más te disguste.
¿Para bien, o para mal?
Si algo has de usar, será para mal. Probablemente, posiblemente.
Para tramar o urdir.
Me es igual.
Ten en cuenta: la tortilla siempre da la vuelta.
En algún momento ha de llegar el fin.
Fíjate bien, tu fin no me importa, lo más mínimo. No es mi deseo verte caer, si bien, caerás.
La vida es así ¿no lo sabías? Va siendo hora ya.
Mayorcita vas, aunque en pañales estés, para la vida.
Lo peor, en pañales sucios, nadie te atiende en verdad, nadie te cambia. Con lo que escuece la piel al final. El alma ni te cuento.
Lo tuyo no es vivir, ni dejar vivir. Escocimiento puro y duro.
¿No irá siendo hora ya, de cambiar?
Hoy, aquí.
Mañana, en el opuesto.
¿Y en el opuesto? Poder no hay, si no lo tienes aquí, allí…
No conviene ir sembrando el camino de la vida de cadáveres.
Siempre vuelven convertidos en zombies.
Así me lo aprendí.
Pero tú verás.
Tú, eliges.
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