viernes, 6 de marzo de 2009

¿Feliz en su matrimoño?

Ayer, de camino al trabajo, escuchaba la aradio.
Sonaba un gag sobre una canción de ramitos de violetas:

Era feliz en su matrimoño,
Aunque su mario era el mismo demoño
Tenía el hombre un poco de mal genio
Ella se quejaba de que nunca fue tierno…

¿Conócesla? Creo que era de la Cecilia,
después la cantó también… Y otros.

La cosa es que se me dio por pensar en la letra,
lo descalabrante de la situación vivida por la Señora.
El Señor, por ahí, por ahí,
descalabrado incluso.

No comprendo, ni comparto.
¿Qué carallo de felicidad es esa?
Por mucho que una vez al año recibas ramos y poemas,
aunque sea el nueve de septiembre,
o el dieciocho de juliembre.
¿El resto del año, ni flu?
No sonrisas. No bienvenidas.
No: ¡que rico estás mi vida!,
O ¡que rica estás vida mía!
No ¡Se me enamora el alma, se me enamora, cada vez que te veo!
Y aunque así sea, silencio.

La vida, el amor, el dolor, el vivir, el morir, es ahora.
¿Y luego?
Luego ya veremos.

Dame un ahora vívido, sentido, querido.
¿Y luego?
Luego ya veremos.

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