Lecturas.

¡Se lee cada cosa por ahí!
¡Cómo poco very interesting!

Sin ir más lejos, iba yo en el tren (me apasiona este medio de transportamiento. Con el chachachá del tren, el gusto que me da…) caminito de Pamplona, en una fecha tal que así, veintisiete de junio de 2004.
Leí una frase escrita en la estación de Vitoria, pintada en un muro, decía lo siguiente:

“SÓLO LOS PECES MUERTOS VAN A FAVOR DE LA CORRIENTE DEL RÍO”.

El diecinueve de agosto de 2007 escribí:
“El reflán del damero del peryódico de ayer decía:

“EL PAPEL AGUANTA LO QUE SE QUIERA ESCRIBIR EN ÉL”

O sea, la mar salá, que barbaridades no aguantará el medio este salidas de un teclado…

“CAPÍTULO 26
El Conocedor
“…Pues por debajo de los estereotipos, muy por debajo, es donde existimos nosotros mismos, presentes, alertas, sensibles, cuando profundizamos lo suficiente.
…La diferencia entre el que sabe, el erudito, cuya mente está llena de información, y el conocedor, que conoce el mundo como se conoce a una persona. El erudito es un hombre de erudición, el conocedor, de discriminación. El primero ha acumulado un mundo de fragmentos, a veces dudoso, de otras personas, el segundo, un mundo de sus propias experiencias.”

“CAPÍTULO 29
Dar y recibir
…La percepción cuidadosa de lo que realmente sucede puede enseñarnos mucho de la discrepancia entre la apariencia superficial y la realidad interna.”

Y en todo este berenjenal ando metido.
Muchas cosas no sé, las menos sí,
Y aun de estas últimas que creo saber
¿Cambiando circunstancias, bagaje vital?

Sí, pero no.
Dudando, viviendo.