sábado, 17 de enero de 2015

Si llueve…

…que llueva. Salgo de casa, igual me da que llueva
Pero es que, además, hace un frio de los del grajo volando bajo. Pues ya ves tú que problemón, casi ni me reconoces de lo abrigada que te voy
Aun encima una ventolera, que me levanta todas las enaguas cual Marilina en los Manjátanes de todas las NuevaYorkes, pues ea, hoy, me pongo pantalones de cuello vuelto…
Y salí a pasear, clarisísimo que sís.
Al regresar, reconfortante calor de hogar: una ducha calientita; el pijama; los rulos para recomponer el pelo suelto al viento y, que no falte nunca, la bata de guatiné… asín, sencillita pero arreglaá, de andar por casa sin mascarilla ni naa, que el piling facial ya me lo hice con la sal marina antes de meterme en la ducha bien calientita.
¿Por qué no salir? Además, al regresar, para cenar: una pizza casera de cecina y queso Feta. Con algunas sobras, bien hecha

Pues sí, además me apetece despacharme agustito con dos o tres cositas sobre mi exjefe… Imbécilo donde los haya, oye… no supo apreciar… sin ir más lejos hoy hice en casa “carne o caldeiro” (jasús, jasús, me pone majareta este sencillo plato, me encanta de rechiflarme); con el caldo sobrante de la cocción, una sopita sabrosona, unas filloas deliciosillas… en cierta ocasión le dije: pero, hombre por dos, se un poco previsor y saca el producto a cocinar con antelación; no me hagas descongelar los alimentos en agua caliente o, lo más peor o peorísimo, meterlo congelado al horno, hombre por dos (yo sufro, tanto o más, al igual que ellos) maltratándolos; aquí no se va a tirar nada, si no salen, no te preocupes que ya los reciclaré en formas varias sabrosonas… ni, empieza por, p, y termina por, uto caso que me hizo; haz lo que te digo y punto… justo en este punto empecé a plantearme un punto y aparte.

Otros vendrán que bueno me harán, pensé al irme… pero ¿y si es al revés, lo ves? ¿Y si otros jefes vendrán que buenos lo harán? Pues entonces, luego pues, más rápido que deprisa me iré. Sí o sí. Pasión por la buena cocina, tratar el alimento ofrecido cuasi mejor que a los alimentados, sí.

viernes, 9 de enero de 2015

Siendo, hoy.

Me levanté tempranito, aun no había amanecido. Desayuné, con mis mejunjes varios, bien. Salí a pasear, a celebralmente disfrutar que estoy vivo. En un día gris, finísima niebla (cuasi imperceptible lluvia), gris querido. Con esa luz tan espacial, especial…

Este mismo árbol, tantas veces lo vi, a su lado me senté tantas veces a lo largo del verano pasado…

Dueñas y Señores, creíamos ser de aquel edificio…
Breve que te es el tiempo realmente pertenecido

Pequeñísimas ventanas, abiertas en puertas cerradas a cal y canto… siempre han de ganar los resquicios abiertos a la esperanza

Vamos a respirar aquí y ahora. La vida.

Ilusionante mañana.

martes, 6 de enero de 2015

No quiero…

… no puedo y, además, no me da la gana evitarlo.
Me encanta la cocina.
Un sencillo aperitivo. Contrastes de sabor…
Pequeña porción de piña a la plancha (sutil dulzor de la piña braseada, cámbiache moito o conto do sabor) envuelta en finísimo fileteado de salmón. Para probar.

Por otras partes…

Jasús, Jasús, hay cosas que no convienen ser olvidadas.

Ayer fui al cine, hacía un buen rato que no iba. Disfruté tantísimo, gustosísimo gustirrinín. Primera sesión de la tarde, en la sala (con aforo para unas doscientas y pico personas, algunas incluso humanas) unas diez butacas ocupadas… no sé cómo explicar, pero da cierto aire de intimidad, pareciera que estuvieran actuando exclusivamente para ti… sin estar rodeados de monstruos come plásticos y palomitas.

Bueno, vale, no voy a mentir. Pedí palomitas pero, a los dos minutos de pinícula, las dejé aparcadas. No necesitaba más alimento, me llenaba lo visto y escuchado.

Deliciosa actuación, interesantísimo guión basado en hechos reales, los pelines cerebrales ejerciendo su función (nada más que de pensar y de pensar, tanta enjundia entre líneas…)… Pues así, alguien que, quizá salvó a la humanidad y acabó devorado por ella… intransigencias, incomprensiones, inhumanidades, genios, mortales, humanos, débiles, fuertes, razones, sin razones…

Sus recomiendo, encarecidamente, el visionado y escuchado de una pinícula interesantísima: “The Imitation Game (Descifrando Enigma)”.
Quizá sus guste, o ni de lejos.


 Sí, rotundo, por mis partes.

domingo, 4 de enero de 2015

Punto y aparte.

Después del punto de inflexión de ayer, hoy toca punto y aparte. A comenzar un nuevo párrafo en esta vida que voy haciendo día a día.

Hoy, después de las circunstancias del ayer, me levanté medio cruzado, o cruzado y medio. Llegué antes que puntual, por mi culpa no ha de ser. Antes de subir a cambiarme y comenzar, o no, la jornada quise tener unas palabras (en cursiva las propias, en ¿normal? Las de él):
“buenos días, esta mañana fui y nada de nada ¿cuándo tienes intención de pagarme y cuánto?;”
 “pero ya te dije que ya fui. Además, lo de ayer no puede volver a suceder, no puedes cerrar la cocina a esas horas un sábado por la noche”;
“Ya te expliqué bien clarito ayer que para que no vuelva a suceder no iba a trabajar más gratis, y de momentito llevo un mes ya y no he visto ni un centimito.”  ;
“ya, pero esta mañana he ido al cajero y saqué la cantidad para pagarte en efectivo todo el mes al término de la jornada de hoy”
 (aquí la cosa empezó a olerme a chamusquina, pero ¿no me habías hecho una transfusión? Pensé, pero no dije por intentar conciliar posturas y, como podréis suponer, el cruzamiento subió al triplo debido al cheirume de sus palabros e, mismillamente eiquí, acabouse ó conto).

En definitiva solución, tomada por mismamente en plenas facultades mentales, ni de coñas acepto las condiciones ofrecidas. Podríamos entrar en discusiones múltiples, pero tan solo te pedí Un Justo Salario Por Un Muy Buen Trabajo Realizado, Tú Lo Sabes. ¿Me ofreces (una miérdaga pinchada en un palísimo) por ochenta horillas de más? Pues me voy, ni me cambio. Ahí que te quedas, y me viene con las siguientes palabras: “es que si te pones así, a mi ya no me vales, no quiero a alguien como tú”…
mira, mira, lee, lee lo que pensé: mejor me callo porque, en el caso de ser el caso y dar rienda suelta al cruzamiento al cuádruple que llevaba ya, la hecatombe podría suceder y en vez de limpiar ponerlo todo perdidito. Claro, claro, incluso meridiano que te veo… a ti te importa un pimiento asado (y eso sin probar la ensalada de pimientos asados que te podría hacer), por decir algo, a ti lo único que te importa es la cuén para ti… Tú verás, que llevas gafas o aunque no las lleves, sí te crees que un centimillo de más en tú cuenta es mucho más mejor solo para ti, vas listo… y, está claro visto lo visto, por el interés propio te quiero Andrés… ¿compartir? Que no quieres ¡Pues ahí que te que te quedas!
En plenas facultades te cuento: pues que por dónde llegué me fui, por la puerta; con la decisión bien meditada. Esclavo no.

Y ahora veremos a ver lo que sucederá con este punto y aparte.  

Ufffff….

Lo que son las cosas. En vez de ponerlo todo perdido lo dejé limpio como una patena. Y las cosas muy claras, para que sepa a qué atenerse.

Cabreadísimo y lo siguiente también. Pues aun no me pagó ni un centimillo. Ayer me pidió el número de cuenta, que te hago la transferencia a la de ya. Siendo ya hoy, nada de nada, ceromilcerocientoscerocero ingresados.
Las diez y media de la noche. Pues a tomar viento fresco (por no emplear unos palabros más subiditos de todoo y tono), recojo, limpio y me voy a mi casa, ya está bien de tanta tontería. Estando ya en lo anterior, viene y me dice:

… “me preparas estas dos raciones  para llevar”,

 Contesto: ni en broma, por hoy no cocino más, después de acabar de limpiar me voy a mi casa. Hace como si no oyera u oyese y sale de la cocina. En cuanto acabo de limpiar y antes de irme lo llamo y le cuento un cuento, este mismo cuento que te cuento: aun no me has pagado nada y estamos a día tres ya; por lo tanto, yo no trabajo más gratis y punto. Además, mañana a primera hora iré al cajero a actualizar la cartilla y como sea nada, vengo a recoger mis cosas y me voy por donde vine, para que lo tengas muy claro.

… “pero si ya te dije que te había hecho ayer la transferencia, pero como es fin de semana esas cosas tardan al menos 24 horas (si, ja, pero ya van 36 al menos). Además, esto no me lo puedes hacer un sábado por la noche y a estas horas. Pero bueno, si no lo haces tú ya lo haré yo”

Mira, bonito, ¿Qué no puedo hacerlo, después de trabajar a destajo todo el mes pasado no sé cuántas horas?

... “hombre, hombre, no seas exagerado que aquí no matamos a nadie” (solo faltaría, hombre por dos, que aun encima de explotarme me mataseis)

Pues como ves sí puedo. Y ya lo vas haciendo tú si quieres. Y para que te quede más claro aun, no vuelvo a trabajar gratis.

Punto de inflexión.

jueves, 1 de enero de 2015

Grados centrípretos.

Fíjate la diferencia, heladora la mañana fuera del hogar

En los adentros, estupenditamente bien. Acogedor.
Ayer, después de las uvas, salieron al Decine y me preguntaron si quería acompañarlos. Jasús, Jasús respondiles, ni que estuviera rematadamente fatal de la cabeza, de cine se está aquí dentro, así que tururú pajaritos, que lo paséis mejor que bien.
Y nada, o mucho que te hice. Recogí la mesa y puse el lavaplatos, aun era temprano (según para que cosas, casos y días, claro está, era así como la una y media de la madrugá del año en pañales) así que me puse a cocinar (esto ya casi es puritito vicio). Hoy había para comer un pedazo de cacho de trozo de pavo… seis quilitos y medio pesaba la criatura. En la tarde de ayer le di un buen masaje, al cocinado hoy, con su aceitillo de oliva, sus hierbas aromáticas y la sal, para que fuera cogiendo saborcillo. Pues te lo podrás de creer, o no, pero como a las dos me puse a cocinarlo. Encendí el horno y poco a poco lo fui regando con sus jugos y otros que le añadí yo. En fin, así me dieron las cinco, hora a la que decidí apagar el horno y visitar la cama, tenía el animalico un color doradín de lo más apetecible ya. Lo dejé reposar sin sacarlo del horno las pocas en que dormí, y como a las nueve y media los que se levantaron volvieron a encender para seguir el cocinamiento (yo hasta las diez y medía no conseguí amanecer, y para más jodienda me levanté torcuato por las partes del cuello…). El resultado final, estaba deliciosillo (aunque quizá la afoto no le haga justicia, fotografiar alimentos es una cosa bien difícil)

Acompañado de una salsa de moras y frambuesas, iba el elemento, sabrosona
aquí mismo sus la presento, después de desglasar la fuente de horno, desgrasar la salsíviris, triturada, pasada por el chino y reduciendo al chup chup.
Un frío de estos encantadores (para mi gusto), de los de abrigarse bien y salir a dar un paseo matinal, para al regresar darse de cuen de lo rebién que se está en el hogar.


Para empezar el año pero ¿cómo va a traer mala suerte brindar con agua? Ya está bien de tanta idioticia