sábado, 22 de octubre de 2011

Uno de esos libros. Maravilloso.

Este es así. Me da pena haberlo acabado ya. Quisiera que siguiera. Alimento, libro. Llegó hasta los paisajes interiores…

“DON

4. LA MUJER GUERRERA

…─Somos como instrumentos musicales, ¿sabes? Unos sonamos más elegantes y otros más burdos, pero todos hacemos ruido. Sólo hay una forma de sonar bien: afinarse. Y cuando lo consigues, es más fácil ver lo que te rodea.

»Yo he estado muy afinada, extremadamente afinada, ¿sabes?; no es fácil vibrar como un Svenson o un Stradivarius, eso es un privilegio que pocos padecen. Un privilegio doloroso. Cuando estás así, vives en el filo de la navaja. Yo me afiné tanto que me volví loca, porque a menudo la locura es eso: un grado insoportable de lucidez. Quizá es que no estaba aún preparada para mirar con los ojos abiertos. Es lo que pasa cuando estás muy afinado, que corres el riesgo de romperte…

28. AURA ROSA

…─Tranquilo, será como un dolor de cabeza muy de vez en cuando. Hay cosas peores: algunos padecen su estupidez a todas horas y eso no les impiden ser felices.

─Bueno, yo más bien creo que la estupidez de esos no la sufren ellos, sino los que les rodean.

─Sí ─dijo el enano─. En eso tienes razón…

…no sabría explicarte, como una de esas verdades que en vez de entrar por la cabeza se filtran por la piel, que ese árbol que cae en el bosque también soy yo...”

“ANTONIO SIMÓN NACE DENTRO DE UN METRO CUADRADO DE VIZCAYA DENTRO DE UN MINUTO DE 1964… A LOS CUARENTA AÑOS, EN SU PRIMER INTENTO SERIO DE FUGA, EMPRENDE LA ESCRITURA DE DON, LA SENSACIÓN DE CONFINAMIENTO SE ATENÚA.”

Gracias, Antonio Simón.

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