“17. TERRITORIO DE ENTRAÑAS…”
“… El movimiento leve e inexorable. Sí, lo notaba. La Tierra. Su planeta. Se movía, giraba sobre sí mismo, giraba alredor del sol, giraba con la galaxia y con el cúmulo de galaxias, y ella, atrapada en sus múltiples y simultáneas revoluciones, microscópica pieza en el gran engranaje, giraba también, parte consciente de la Danza Universal.
Formaba parte del Cosmos, siempre lo había sentido, pero una cosa era saberlo y otra sentirlo. Afuera, con los pies sobre el suelo, todo parecía tan quieto, ¡qué descomunal engaño!...”
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