Riquisísimo postre. Haz y prueba, o no.
─
Ingredientes (para 6 comensales, según la receta):
·
1 cucharadita de granos de pimienta
rosa.
·
5 láminas de gelatina.
·
250 gr. de queso fresco.
·
300 ml. de nata líquida.
·
150 gr. de chocolate blanco.
─
Elaboración (asegún mi
de yo: dará para ocho o diez comensales los ingredientes requeriridos):
1.
Machacar los granos, de pimienta
rosa, en un mortero. (En
el caso de no encontrar pimienta rosa, situación muy probable, sustituir por
granos de pimienta blanca. Pero en este caso, con siete u ocho espinillas de
granos, será suficiente).
2.
Poner en una cacerola el queso, la
nata y la pimienta machacada. Llevar a ebullición a fuego lento (pero seguro)
sin dejar de remover hasta obtener un compuesto uniforme (Si te sale un uniforme
verde-caqui, algo va mal seguro).
3.
Retirar del fuego. Anadir las
láminas de gelatina (previamente remojadas, unos cinco minutillos en agua, y
escurridas). Remover bien hasta disolverlas.
4.
Añadir el chocolate blanco en
trozos. Dejar que se derrita (que
gustirrinín, al calor derrítome, o no) sin dejar de
remover (que mareo,
al calor derrítome).
5.
Engrasar un molde (este punto es intrínseco al
postre como comas mucho, date de cuen que al fin y al cabo el molde eres
mismamente tú…) ligeramente con aceite de girasol o mantequilla. Verter
toda la mezcolanza anterior y dejar reposar varias horas en el Federico, hasta
que cuaje.
Pues
bien. Si lo haces, pruébalo ya que lo has hecho.
También
bien, si no lo haces. En este caso podrás probarlo en el caso de que alguien lo
haga, te ofrezca un pedazo de cacho de trozo y, además, quieras probar una
mezcla de sabores deliciosilla (en opinión de las propias papilas gustativas de
misma mente).
Una
recomendación: en haciéndolo, tener en cuenta que es un postre rebelde a la
hora de desmoldar (tanto
del michelín personal, no hay quien se deshaga de él, como porque te es un
poquito agarrao al molde el postre, el muy jodío); para
desmoldar sumergir un minuto, u dos, en un baño maría calientito.
Otra
recomendación, para acompañar preparar un coulise de fresas (o frutos rojos,
frambuesas y grosellas por poner un ejemplo plo). Sencillo de preparar, dará
colorido al postre en blanco roto (así debe de ser el colorín de la panna
cotta; si te saliera vede-caqui algo fue mal; mira a ver que no te hayan dado
un golpe de estado los militaroides, y tú con esos pelos sin enterarte ni
naaa).
Para el coulise
vamos a necesitar lo necesario para elaborarlo, esto es:
·
Unos 250 gr. de fresias, o freutos
rojios.
·
3 ó 4 cucharadas de azúcar (glas, normal
o morena mía…).
·
Un chorrito de licor café le viene
genial (opcional).
·
Y nada más.
Teniendo
todo lo necesario ¿para qué quieres más? No me seas egoísta…:
·
Metes todo en una cacerola. La pones
al fuego lento, pero seguro de sí mismo, y llevas a ebullición. Una vez allí,
en ebullición (viene quedando a partir de cien grados aproximados), dejas
reducir un poquito.
·
Tamizas (o a ver si cuelas, y gusta)
y ya ta. Dejar enfriar antes de decorar, el blanco roto de la panna cotta, con
rojo fuerte pasión.
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