A veces no hay nada. Ni ganas hay.
Pasar a limpio apuntes… estudiar… pintar por
las tardes un encargo hecho… necesidad imperiosa de desplazarme un poquito más
al sur para compartir lo jamás olvidado…
A veces, cuanto más quiero querer, pudiera parecer que no quiero.
¿Tanto?
Tiempos movidos.
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