domingo, 21 de marzo de 2010

En las estaciones.


















Primero para allí que te fui. Larguisisisísima se me hizo la ida. Cosa del centrifugue de la lavadora propia, el alargamiento. Además unas no paraban de largar, trabajo, del trabajo y poco más. Menos mal que después de decir lo ¿contentas y satisfechas? que estaban, hablaron de calabazas. Joder, pensaba, haber empezado por ahí… tanto rodeo. Mucho mejor cocinar una crema de calabazas.

Llegué, estando allí.

¿Y ami? Quería más tiempo para estar, para compartir. No solo para okupar.

Maravilloso tiempo. Es que de lo bueno lo mejor siempre se quiere más. Placer. Abrazos. Besos. Cariño sentido. Escuchado, quizá comprendido. Conectado. Removido.

Escuché, comprendí, me equivoqué, equivocado.

Sooo, mula, no te quedes ahí enganchada en la cuerda, sin ver más allá ¿una palabra?


¿Hayku?

Seré ¿lo qué?

Clicando siento ser.

Una nube, luego charco.


Las estaciones.

¿Cambios por aquí? No lo sé. No reparé en ello. Si sale así, se me escurré por los laterales hasta las teclas, pues será así, se me escurre así.

Supongo que serán cosas de las estaciones.

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