martes, 30 de marzo de 2010

300.



Millones de pesetas. Costó esto.
Bien podría haberse dejado naturalmente natural como estaba. Entre otras cosas para despeñar políticos y constructores, o destructores ambos los dos, que fueran juntos al jardín de su alegría, trincada la pasta gansa. A Despeña Usureros.

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