Historia de un día.

O un día sin mucha historia.

Desperté, gritando cual gorrino en su San Martín, a las tres. ¿Niebla o humo? Al mirar por la ventana verde, había. Salí, estaba despejado, una vieja corriendo de allí para aquí, despeluxada cual locuela corría, gritaba mientras corría “dinerooo, dinerooo”. Una cuadrilla talando árboles andaba por allí, a un lado de la escena onírica. La vieja en can se convirtió, y yo a espantarlo con una escoba, pasaaaaaa can le decía. Desapareció entre la maleza el can, no sé por dónde apareció pero la hermana mía se puso a perseguirlo, yo le decía que no, desparecieron en la maleza. Un caballo negro, encabritado, volvió queriendo darme unas patadas. En ese mismo puntito, gritando sin poder más, pataleando, desperté con angustia vital.

Una mañana ideal en el trabajo. Faltaban muchos. Pudiendo dedicar tiempo a cada uno de los que están, lo ideal.

Al regresar ¿por qué no se callará un poquito? A veces, pufffffffff, a veces... Siempre hablando, siempre contando, siempre por boca de los demás hablando, de la vida de los demás. Normal, si tuviera o tuviese que hablar de vida propia estaría callada. Pobrecilla, no lo resistiría ¿Callada, yo? Antes muerta. Y ahora, ya lo estás aunque no lo sepas.

¿Ecológica? En el súper por la tarde haciendo la compra. Otra, compra una bolsa ecológica. Toda mona, con su peinado y maquillaje de la Señorita Pepis, su abrigo de piel de collón de mona. Va de ecológica. Es más, lo demuestra. Toda encerrada ella en su escafandra, a dos metros (no bajo tierra, que sería normal oler peor que mal) de distancia, tira pa tras del olor. Es normal yendo de ecológica ¿Una colonia, un champú, desodorante…? Quita, quita, todo química. Yo ecológica ¿no ves que llevo pieles naturales? ¿Una bolsa de plástico? Ecológica…

Un día en la historia de ami, no pasará a la historia. En el recuerdo ya, no más, ni menos.

¿Sencillamente?