Ganamos.

Momentos compartidos.

Dijo Ra al marchar: “Me encantó tu casa”.

Pensé para mis adentros: espero que tanto cómo tú a mí.

Por no repetirme no lo expresé. Ya se lo había dicho anoche de viva voz:

“Es que soy cómo soy, y no puedo ser lo que no soy. Sino, vamos, te entraba mismamente ya, a ver si tal. Igualmente me encantas, te quiero”.

Por otras partes… Bien sabía que el segundo no te iba a gustar, Petri; también sabía que a Ra no le gusta el chocolate negro; o a Paqui no le va el arroz; Enriquito prefiere el chuletón.

Pensé muy mucho en hacer un menú aparte, salvando estos pequeños escollos (¿piligrosos para la navegación? Bueno, vale, de acuerdo, arriesgo). Dije: ni de coñas, lo que hay. Si no gusta, que no guste, con no probar listo, allá tú.

Marí Lolí dijo que la presentación individual es mucho más laboriosa. Totalmente de acuerdito, nada que objetar.

¿Arisa? Un misterio en sí misma. Enigmática.

Morrocotudo e interesado, por otras partes, el que debía faltar pero está. Él sabrá. ¿Apreciará? A su manera, supongo yo.

Ganamos todos, momentos compartidos ganamos.