Negociando, gerundio que te es.
El viernes por la matiné llegué
antes que puntualísimo, quince minutillos antes de la hora en punto de entrar
(prefiero siempre llegar más pronto que un solo minuto tardísimo… asín me lo
aprendí yo). Lo primero, antes de meternos en harinas movedizas negociadoras,
hice la tortilla nuestra de todos los días (jugosita, con sus patatitas bien
pochaditas, a fuego fuerte un par de minutos o tres y luego lentamente me
rematas por ambas caras)… tras lo anterior (lo primero es lo primero y la cosa
tiene que empezar a fensonar, sí o sí), vente paquí moreno, vamos a tener unas
palabritas serias: mira, yo no me desvivo por tu negocio pero podrás comprobar
que lo vivo intensamente (le dedico muchísimo tiempo y cariño, para muestra
muchos platos vacíos y limpitos al regreso a la cocina…); si te gusta como
cocino, si estás a gusto con todo lo demás (¡nos ha jodido! ¿no lo va estar? Quizá,
nunca antes de estar nuevecita, vio la cocina tan limpita…) quiero, siendo este
querer innegociable, este sueldo fijo al mes… No me puso peros ni manzanos,
dijo que estaba bien.
Pero claro, ojalá de los ojales
de toda la live me gustara el fútbol o apoltronarme en el sillón para
idiotizarme con la televisión y no depensar, me puse a dudar en lo pensado con
anterioridad y no lo vi bien ni para él
ni para mismamente… llegué a la siguiente conclusión: el sueldo fijo es este
que me ofreces, pues fale, acèptolo; a partir de ahí, me parece mucho más justo
para ambos los dos, que si, en el caso de ser el caso, la cosa va bien y
trabajo tantas horas de más, tantas horas de más me abones… Pues en principito,
se acabó el negociamiento, dijo que sí, que fale, que fueno…
Veremos a ver…
Por otras partes, mañana hay de
menú del día, de primeros: habas pintas con pulpo; y empanada casera de pollo y
setas (conste que no las tengo todas conmigo, desconfío del resultado del
empanamiento… y no por el hacimiento de la empanada, algunas cuantas veces la
cociné ya, pero ese horno me trae por la calle de la amargura… seis, ni más ni
menos, bizcochos intenté hacer ya… pues no hay tu tía, no me salen)… de
segundos: carne ó caldeiro (que esta sí, esta me la como yo, me sale
estupendísima); y el pescado del día, pues no te sé cual será, lo decide él
según mercado.
Y conste que tonto no es, ya
tengo una flan, una cliente habitual díjome que era una flan incondicional de
mis concretas croquetas: ayer ofrecile unas de salmón y, en sus palabras, “una delicatesen”.
Aunque me tripita, veremos a
ver…
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