domingo, 8 de julio de 2012

Atención, receta…


 Pastas de té

 A ver, seamos serios (o mejor no, que aburrimiento…) con las cosas del comer no se juega (o sí)

 Ahí que te va una receta de pastas de té, quizá con un café no estén nada mal:
“Pastas de té con almendras”
Vamos a necesitar para hacerlas rebién:
·      100 gramos de almendras crudas.
·      300 gramos de harina de repostería.
·      170 gramos de mantequilla a temperatura ambiente.
·      Un huevo.
·      130 gramos de azúcar.
·      Lavarse las manos antes y después de cocinar, y mientras cocinamos también.
·      Mucho cariño y amor.

Preparación:
1.     Hay que triturar sin más contemplaciones las almendras, que no te den pena.
2.     Derretir la mantequilla mezclada con el azúcar a fuego lento… no es para que sufra, es que es mejor así. Añadir el trituramiento  almendril; mezclar requetebién
3.     Dejar enfriar un poco; añadir el huevo e ir mezclando poco a poco la harina.
4.     Siempre que llegas a casa, me pillas en la cocina embadurnada de harina, con las manos en la masa… Pues eso, que toca ahora amasar.
5.     Unas vez todo arrejuntao bien, formas una bola y la envuelves en film (Aaaay, el cura payo este, toda la vida llamándoles flims y ahora resulta que se dice pinículas…); dejas reposar quince minutos o asín en el Federico (uy, la dislexia galopante al ataque, frigorífico quería escribir…).
6.     Ahora toca precalentar el horno a unos ciento sesenta grados, ya sabes ¿no? un poco menos de media circunferencia.
7.     Una vez terminado el reposamiento toca estirar (sobre todo el sueldo para llegar a fin de mes, a no ser, claro, que te seas el Amancio Ortega…) con un rodillo la masa (masa, masa así vosé me estira…) hasta dejarla de un grosor de medio centímetro más o menos.
8.     Cortar en diferentes formas, o todas con la misma forma si te apetece; poner en una bandeja (yo siempre las forro de papel de horno, así luego hay que limpiar menos y las manos y los vagos lo agradecen) y hornear entre quince y veinte minutos… Esto del tiempo es muy relativo, yo prefiero estar un poco pendiente en el abismo del tiempo y no fiarme mucho y echarles un ojo de vez en cuando…
9.     Para casi terminar (no viene en la receta pero se me escurrió) suelo derretir al baño maría una tableta de chocolate (por aquello de lucir abominables, uy otra vez, abdominales quería decir) y con un pincel pintar algunas después de salidas del horno.
10.  Y cuando enfríen, probar para rellenar los abominables…
Ya me contarás sí te has enterado de algo para hacer una receta de pastas de té con almendras.

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