“6. Cerdo y pimienta
-… ¿Me podrías indicar, por favor, hacía dónde tengo que ir desde aquí?
-Eso depende de adónde quieras llegar –contestó el Gato.
-A mí no me importa demasiado adónde… -empezó a explicar Alicia.
-En ese caso, da igual hacia adónde vayas- interrumpió el Gato.
-…siempre que llegue a alguna parte –terminó Alicia a modo de explicación.
-¡Oh! Siempre llegarás a alguna parte –dijo el Gato-, si caminas lo bastante.
A Alicia le pareció que esto era innegable, de forma que intentó preguntarle algo más:
-¿Qué clase de gente vive por estos parajes?
-Por ahí –contestó el Gato volviendo una pata hacia su derecha-, vive un sombrerero; y por allá –continuó volviendo la otra pata-, vive una liebre de marzo. Visita al que te plazca: ambos están igual de locos.
-Pero es que a mí no me gusta estar entre locos –observó Alicia.
-Eso sí que no lo puedes evitar –repuso el Gato-; todos estamos locos por aquí. Yo estoy loco; tú también lo estás.
-Y ¿cómo sabes tú si yo estoy loca? –le preguntó…
-Has de estarlo a la fuerza –le contestó el gato-, de lo contrario no habrías venido aquí…”
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