domingo, 13 de junio de 2010

Aire para respirar.

El agua, huele.





… Café, azúcar.

Se supone que sabréis leer, aunque no sepa escribir.





¡Atiza!




¿Quién vivirá justo ahí?

Me encantaría ver esa bóveda desde abajo.

Sin ser merendado por nadie, claro.

¡A saber que elementos vivirán justo ahí!





Los floripondios me ponen, me avivan.

Verdismo increíble, pincelado.



Todo nublado, huele a fresco.

Respirar.

El agua sí huele.



Verdosillo, Margarito Amarillo… Y jamás espero tener licencia para matar.


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