Hay días así.
Sonó el despertador, el muy jodío. Un mundo me costó (de sueños…) apagarlo y no pasar. Según me levanté, en ese mismo momento, me crucé. Un enfado descomunal, vete a saber el por qué. Para arreglarlo viene el colacao, impulsado por la cuchara con la ayuda de un sin querer de la muñeca, volando se esparce por la mesa y se quiere escapar de la taza. De hecho se escapa, lo pone todo perdido. Cabreo al cuadrado. Mal, me parece mal, el día que me espera.
Nada más llegar, prevista reunión de la banda del moco podre.
Fíjate. Pensaba que peor no podría ser. Al revés, me alegró el día. Intentando atacar, fortalecen a ami. ¡Anda ya que a estas alturas! ¿Entrar al trapo? Atácate tú, yo aquí sentadito que te estoy en la silla más bajita… así de tranquilo.
Carallo, como cambiou o conto.
El día cambió ¿Será por los verdes? Increíble ble.
Yo también he tenido de perros hoy, si te digo la verdad ami, te comprendo muy bien...
ResponderEliminarSeguro que te fastidió más lo del colacao... Eso ha debido de doler mucho...
Sali2
Perdón, Salu2, me he confundido (No quería insultarte, amigo ami)
ResponderEliminarSalu2 (Again)