jueves, 5 de diciembre de 2013

Resumiendo…

(gerundio que te es) dos semanas en prácticas. Demasiado breves, no llegan a casi naaa.

Catorce días: emocionantes; ilusionantes; agotadores (al doblar turno y, sin embargo, los más gustosos. Aprendí mucho en ellos. Me encanta esa presión en la cual los platos han de salir en tiempo, al punto y mejor presentados… mecachis la mar, ahorita que empezaba a danzar se acabó la música… ay, si es que no somos nada y en ropa interior mucho menos); días ensoñadores; enseñantes días…

Anécdotas varias (no, si no es por criticar, o sí):
·         Pero vamos a ver, me pides que corte unas verduras para hacer un arroz: te pregunto si las quieres en corte paisana fisna; respondes de que sís, asís las quieres cortaditas; luego pues, hágoles el corte asís…; cuasi cuando tengo todas cortaditas, pasas por allí y me dices que así no valen, que tienen que ir más fisnas, repásalas (pienso para mis adentros, sin decir ni mu ¿pero que me estás contando? Sí me pediste una paisana fisna, ahí la tienes… otra cosa sería que quisieras un corte en brunoise, pues haber empezado por ahí…); pues las repaso, dije sin más, e hícelo.
·         “Es que venís a hacer las prácticas sin nada y, además, muy poco tiempo” Pues fíjate por donde conseguí no ponerme cual basilisco de energúmeno, no contesté aunque pensé: perdona, bonita, pero lucas me quería a mí; es posible que me falte mucho rodaje, sin lugar a dudas ciertísimo que te es; también, escasísimo tiempo; pero vengo muy bien aprendidito, he tenido una Maestra de lo más mejorísimo que se pueda tener; muchas de las elaboraciones que hacéis aquí, cuasi de memoria las puedo repetir rebién… o sea, la mar salá, otrá cosa será lo que tú te creas, pero no puedes alegremente decir eso ¿sin nada? Con mucho, otra cosa será lo que me dejes demostrar…
·         Ayer, sin ir más lejos: pudiera parecer que me castigaron por haberme portado peor que fatal durante las prácticas; estuve todo el día picando cebollas, en corte más finísimo que la brunoise; unas treinta cebollas (o quizá más, perdí la cuenta al contar); fíjate tú, genial; ayer, al fin, conseguí encontrar la postura corporal para estar cómodo picandito; conseguí, ayer ya, velocidad con el cuchillo; dos rondones enormisísimos de cebollas picadísimas, conseguí ayer ya (antes de ayer pudiera haber empleado dos días para conseguirlo)… Eso sí, le pregunto ¿cualo aceite le pongo para pochar, el de tapa verde o negra? Respóndeme con total seguridad: “el de tapa negra”; pues fale, voy y le estoy echando el aceite indicado y me dice “¿pero cuál le estás echando? Te dije el de tapa verde” pues seguro que no, de hecho te lo pregunté expresamente antes de añadir el aceite y me contestaste, fijísimo “el de tapa negra”, así le contesté, aquí sí…


Aunque pudiera parecer de que no (por las anécdotas varias relatadas) pues es de que SI, SIN LUGAR A DUDAS UNA EXPERIENCIA ENRIQUECEDORA, INOLVIDABLE.

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