“Me encantan los días como hoy.
Gris otoñal, fina lluvia sin parar, niebla en los exteriores… interiores
iluminados, soleados y creativos interiores…”
Más que sugerir, presentó el
plan del día en la cocina:
·
Para los entremetiers: hoy tenéis que elaborar
un plato de pasta fresca rellena; no quiero ver canelones ni lasañas varias;
tampoco quiero salsa de tomate como acompañamiento; ahí lo dejo…(¡Ah, te rizas
como puedas! Pensé sin decir, no me tocaba ser preparador de primerizos platos
o entremetier)
·
Para los salseros: en el Federico hay una pata
de jamón, ahí lo dejo…(mecagüenla, pensé en un principito, a ver cómo te rizas ahorita,
salsero soy… bueno, pues vale, a ver si sale sabrosura y son en la elaboración)
·
Para los reposteros: hoy hay receta; vamos a preparar
una masa hojaldrada dulce para croissants, palmeritas y napolitanas.…
“Mientras copiábamos la receta
repostera, se me encendió el sol interior y se fundió con el gris otoñal
exterior… Ya ta, ya sé como preparar y un jamón; lo dije en viva voz, sin ser
intencionado, fue un pensamiento que se me escapó a las cuerdas vocales…
Corté unos filéquetes de una
pata de jamón (crudísima estaba, la pata); a continuación los aplasté bien y
los puse a marinar en el mejunjillo que se me escurrió (un chorrillo de aceite
de oliva virgen extra; hojas de laurel enterillas; hojillas de tomillo y romero
desmenuzadillas; un pequeño toque de curry, que no valenzuela; un par de dientes de ajo aplastados; un toque
de sal; el mejunjillo escurrido constaba
de); asín que te dejé los filéteques marinando un par de horillas.
Mientras tanto marinamiento de
saborcillos sucedía: preparé como guarnición un puré duquesa al toque sutil de
nuez moscada; unas hojas de espinacas fritidas; para decorar y rebañar, una
mermelada de pimientos rojos.
En el último momentito, cuando
todo lo anterior estaba ya en el plato de presentación bien dispuesto al gusto
personal (no te jeringa, lo estaba preparando y emplatando yo ¿a gusto de quién
iba a ir sino?), procedí a escurrir y pasar por la plancha los filéquetes,
añadiéndolos calientitos al plato de presentación bien dispuesto a recibir lo
que faltaba para el completamiento en la presentación de” Y un jamón…
La mermelada de pimientos rojos
y las espinacas fritidas estaban exquisitas, los filéquetes estaban bien
marinados y gustosillos, el puré deliciosillo, aunque debería estar mejor
triturado… díjome ella, oye. Sobre la presentación no comentó nada pero,
sinceramente, creo que le gustó.