jueves, 28 de noviembre de 2013

Bien, hoy

Por primerita vez hoy he conseguido olvidar (aunque quizá, pudiera ser, bajo la presión se olvidaran ellos de mí) esos nerviecillos, tontuelos ellos, oyes.
Bueeeno, vaaaale, algún pequeño error cometí… pero el pelo no era mío, fijísimo.
 Estoy segurísimo de que he cometido algún error, puesto que me lo han dicho (anotado queda y no se reproducirá).

 Pero el pelo no era mío, fijísimo.

martes, 26 de noviembre de 2013

Para algunos…

…la crisis no existe. No tienen noticias de ella, oye, ni las esperan.

Sin ir más lejos, en el restaurante en el que hago las prácticas (no es precisamente barato, calcula unos treinta leritos mínimo por comensal): jueves ves a la hora de comer, llenito hasta la banderita (a la hora de cenar no sé, no me tocaba ir); viernes nes, hasta la banderita llenito tanto a la hora de comer cómo a la hora de cenar (lo sé porque sí me tocó ir en ambas las ocasiones dos); sábado do, se repite te el lleno ¿no? Sí (cómo te lo cuento, no hay mesas disponibles bles ¿ves qué crisis?); domingo go, a la horita del comercio igualito que en jueves ves, viernes nes y sábado do, completísimo tooo…

Vaaa, esta cosa de la crisis se la deben de estar inventando, pensarán algunos… 

martes, 19 de noviembre de 2013

Sin más y nunca menos.

Aquí, sin ir más lejos, he disfrutado muchísimo aprendiendo.
Aprendido he una barbarité, y no sé un cuasi naaa…
En el recuerdo ya, nunca olvidar,  el ayer.


Y mañana ¿Qué? Pues no sé…

lunes, 18 de noviembre de 2013

Nerviosillo…

… cual flan bien hechillo, temblorcillo gelatinoide me posee a ratos.
En pasando mañana, llegará el día siguiente e iniciaré las prácticas en cocina de restaurante…
Jasús, jasús ¿estaré a la altura  de cometido tal?

¡Cuán apasionante reto me parece, me apetece! ¿Cómo no voy a estar nerviosillo?
Encendido
Nerviosillo...

lunes, 11 de noviembre de 2013

sábado, 9 de noviembre de 2013

Cierto es…

Critica lo que quieras criticar, faltaría más…

“Lo que sabemos es una gota de agua; lo que ignoramos es el océano” Isaac Newton.

martes, 5 de noviembre de 2013

Citas sobre comiditas.

Quién participa en un banquete sin conocer nada del arte culinario no puede apreciar en la medida conveniente la preparación de los alimentos que le sirven”  Platón.

“Comamos, bebamos y gocemos: tras la muerte no habrá ningún placer” Cicerón.

“Después de una buena cena se puede perdonar a cualquiera, incluso a los parientes” Oscar Wilde.

“Muchas personas son lo bastante educadas como para no hablar con la boca llena, pero no les preocupa hacerlo con la cabeza vacía” Orson Welles.

“El pepino debe cortarse muy fino, sazonarlo con pimienta y vinagre y luego hay que tirarlo a la basura” Samuel Johnson.

“El secreto de mantenerse joven es vivir con honestidad, comer lentamente y mentir respecto a la edad” Lucille Ball.

“Me niego a pasarme la vida preocupándome por lo que como. No hay placer del que valga la pena prescindir solo por pasar tres años extra en el departamento de geriatría” John Mortimer.

“Yo, personalmente, me mantengo alejado de los alimentos naturales. A mi edad necesito todos los conservantes que pueda conseguir” George Burns.

“Hago ejercicio a menudo. Mira, precisamente ayer tomé el desayuno en la cama” Oscar Wilde.

“La apertura de McDonald’s en Tokio es una terrible venganza por el ataque de Pearl Harbor” S. T. Hayakawa.

“Me compré todos los vídeos de Jane Fonda. Me encanta sentarme y comer galletas mientras los veo” Dolly Parton.

“Me puse a dieta, juré que no volvería a beber ni a comer con exceso y en catorce días había perdido dos semanas” Joe E. Lewis.


“Los cocineros no deben hacer esculturas ni pintar cuadros cuando trabajan; a ver cuadros se va a los museos” Santi Santamaría.

lunes, 4 de noviembre de 2013

Y un jamón…

“Me encantan los días como hoy. Gris otoñal, fina lluvia sin parar, niebla en los exteriores… interiores iluminados, soleados y creativos interiores…”

Más que sugerir, presentó el plan del día en la cocina:
·         Para los entremetiers: hoy tenéis que elaborar un plato de pasta fresca rellena; no quiero ver canelones ni lasañas varias; tampoco quiero salsa de tomate como acompañamiento; ahí lo dejo…(¡Ah, te rizas como puedas! Pensé sin decir, no me tocaba ser preparador de primerizos platos o entremetier)
·         Para los salseros: en el Federico hay una pata de jamón, ahí lo dejo…(mecagüenla, pensé en un principito, a ver cómo te rizas ahorita, salsero soy… bueno, pues vale, a ver si sale sabrosura y son en la elaboración)
·         Para los reposteros: hoy hay receta; vamos a preparar una masa hojaldrada dulce para croissants, palmeritas y napolitanas.…

“Mientras copiábamos la receta repostera, se me encendió el sol interior y se fundió con el gris otoñal exterior… Ya ta, ya sé como preparar y un jamón; lo dije en viva voz, sin ser intencionado, fue un pensamiento que se me escapó a las cuerdas vocales…
Corté unos filéquetes de una pata de jamón (crudísima estaba, la pata); a continuación los aplasté bien y los puse a marinar en el mejunjillo que se me escurrió (un chorrillo de aceite de oliva virgen extra; hojas de laurel enterillas; hojillas de tomillo y romero desmenuzadillas; un pequeño toque de curry, que no valenzuela;  un par de dientes de ajo aplastados; un toque de sal;  el mejunjillo escurrido constaba de); asín que te dejé los filéteques marinando un par de horillas.
Mientras tanto marinamiento de saborcillos sucedía: preparé como guarnición un puré duquesa al toque sutil de nuez moscada; unas hojas de espinacas fritidas; para decorar y rebañar, una mermelada de pimientos rojos.
En el último momentito, cuando todo lo anterior estaba ya en el plato de presentación bien dispuesto al gusto personal (no te jeringa, lo estaba preparando y emplatando yo ¿a gusto de quién iba a ir sino?), procedí a escurrir y pasar por la plancha los filéquetes, añadiéndolos calientitos al plato de presentación bien dispuesto a recibir lo que faltaba para el completamiento en la presentación de” Y un jamón…


La mermelada de pimientos rojos y las espinacas fritidas estaban exquisitas, los filéquetes estaban bien marinados y gustosillos, el puré deliciosillo, aunque debería estar mejor triturado… díjome ella, oye. Sobre la presentación no comentó nada pero, sinceramente, creo que le gustó.

sábado, 2 de noviembre de 2013

Se me escurrió por un lateral…

Cocinar un arroz (booombaa) con bacalao y gambas. Sin receta, a ver lo que sale. Salió riquisísimo en sabor.

Primeramente: una vez desalados los lomos de bacalados, los lavé mejor que bien; a continuación, con cariño y todo, los sequé requetebién y los enhariné.
Segundamente: dorelos, en el mismito recipiente final a utilizar, para que soltaran todo su sabor; una vez dorados, saquelos y reservelos.
Terceramente: en el mismo recipiente que segundamente, doré las gambas, sin terminar de hacerse; retirelas y reservelas también.
Cuartamente: sin cambiar de recipiente; conservando todos los jugos anteriormente soltados en terceramente y segundamente; una cebolla y varios dientes de ajo, picados muy finísimamente, poché con tranquilidad y sin ninguna prisa (para pochar rebién, mucha calma, tranquilidad, fuego muy suave, probar); salpimentar al gusto el pochamiento (no te miento, prueba una, dos, tres, o las veces que hagan falta el pochamiento).
Quintamente: una vez pochado todo lo anteriormente; añadir el arroz; subir el fuego y rehogar felizmente removiendo; una vez tengas bien impregnado el arroz felizmente, añades el agua necesaria para su cocción (esto es, el doble de agua que de arroz booombaaa, aunque por experiencia personal te contaré que mejor un poquito más de agua; todo depende de si quieres un arroz caldoso, quizá meloso, o reseco…); mantener el fuego subido hasta que empiece a hervir el líquido; en hirviendo alegremente ya, bajar al chup-chup y continuar.
Sextamente: aprovecha para, mientras está en quintamente, ir desmenuzando el bacalao.
Séptimamente: entre siete u ocho minutillos antes de que esté el arroz en su punto (tú sabrás en qué punto te gusta el arroz) añadir los deslomaos de bacalaos y las gambillas.
Octavamente: no hay más remedio que hacer y degustar, para probar. Dejar reposar el arroz, probar.

Se me escurrió por un lateral… ¿es justo tantísimo tiempo dedicado?  
Todo adepende.