No quiero preocuparme, al menos intento no hacerlo.
Llamó por la mañana: “¿Podrías hacerme un favor mañana por la mañana, si estás en casa?; A ver, di…”
Se hizo una prueba, con resultados de muy mala pinta. Mañana tiene otra. Ojalá mañana sea un día mucho más soleado y luminoso que el día de hoy, gris plomizo sombrío. Por suerte lo que si ya no podrá ser mañana es martes trece de julio de 2.010, seguramente sea miércoles catorce ya.
¿Pero y sí se diera el caso? Se confirma: se está muriendo porque está viva. Seguramente sea así. Aun así no quiero preocuparme. ¿Arreglaría algo con un runrún que sería un sinvivir en la centrifugadora? Creo que no.
Si se diera el peor de los casos, a ocuparse toca. En el mejorísimo de los casos, toca ocuparse. Entereza.
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