Delicatesen, para probar, sin
lugar a dudas.
“Tarta de Queso al estilo
japonés, delicada como una nube”.
En este caso, el nombre de la
tarta no es pomposidad ni publicidad engañosa. De verdad, de verdad de la buena:
sutil y delicada, esponjosa, deliciosa al propio paladar…
Sin embargo, de lo anterior
mente escrito en el párrafo de atrás (a ver si quitas las largas ya, que me
deslumbras de tanta erudición que demuestras en el escribircio…)…
…Aquí paso a reproducir un
diálogo interior, teñido de rojo pasión, tenido hace tan solo unos instantes…
pero ¿no te da vergüenza escribir tan peorísimo? Ja te tú, pues no, ni asín de vergüenza
me da…
A lo que te voy, que si no, no
llego nunca a lo que te voy. La cosa es que se me ocurrió: una salsa templada
de fruta de la pasión, con un cuasi nada de picantillo pimentón ¿Por qué no
para acompañar a una delicada nube?...
Y luego, después ya, se me
escurrió al teclado otra salsa diferente… Quizás, para realzar el sabor, una
salsa de parmesano y albahaca (si, vamos, una pesto de toda la vida, dirás tú…
pero no, no es eso, además ¿en un postre?… Por supuesto, ahora que lo pienso
más mejor, pienso (y todo… Alucina, Mari Pili…) sustituir el parmesano por
queso san simón ahumado…
Pues todo eso anteriormente
leído, siendo el caso de ser el caso, no me acuerdo a que venía…
Ay, sí, ya ta… nanienonanieno…
Puentes que unen, aunque sea al
revés ¿lo ves?
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