sábado, 12 de diciembre de 2015

Oliñas veñen e van…

Serena la Mar, plateada. No siempre es así…

Sutiles olas


A veces en el camino aparecen bellos puentes, nunca sabes con certeza dónde te llevarán al cruzarlos

Levantar anclas, izar velámenes. Partir de una ficticia tranquilidad… dejar atrás el adormecimiento de un cómodo sofá, con mantita aterciopelada calentita para tapar fríos y vergüenzas, delante de plasmas que escupen imágenes impersonales (adocenamiento ¿acaso miento?)… afrontar la tempestad del profundo cambio necesario, quizá ahora o nunca ya…

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