“Inhalación profundísima…
retener… Exhalar suavemente, sin explosionar… repetir… Pensé y así lo hice.
Rebién me sentó la puesta en práctica de tal reflexión, sin poner nada perdido.
Para perdidos, ellos”
Antecedentes a las respiraciones:
- Punto güan: explica el siñorito pofesó que es
muy importante aplicar mejor que bien (otra vez… y van… ¿Estarán sordos o,
simples mentes, directamente se la repampinfla lo enseñado?) la base (unos
buenos cimientos para que no se te lleve por delante el temporal) para
aplicaciones posteriores…
- Punto peich: elijo una pared y le dedico todo
mi cariño; procuro acariciarla, recortar las aristas vistas sin irme más
allá; sin invadir otras paredes; teñir de colorín, sin embadurnar todo lo
demás, y peinar a tacto sedoso una pared…
- Punto gromenagüer: pues sí, me ha quedado la
pared repeinaaá, de pasarela de paredes…
- Punto mecagüenla: sin interés; sin ganas; sin
respeto ni naa hacia otras paredes… (desidia, aaah ahhh, al borde del mar…
cantaban); ¡¡¡unos manchurrones en las intersecciones invadiendo mi pared!!!…
dígole: “pero no me pisen lo fregao (en tono dicharachil y pinturero, sin
acritud y respirando ya); contestome: Ahhhh ¿que más da?”
¿Punto mecagüenla? Pasandito de este mal
puntazo, vete a pastar…
“Inhalación profundísima… retener… Exhalar
suavemente… Y funciona, oye, ¿o no?"
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