martes, 15 de diciembre de 2009

Suertes...

Varias, variopintas.

¿Buenas o malas? Asegún se miren.

Volviendo del trabajo ayer, lunes. Jornada maratoniana: salgo de casa a las siete y diez, no regreso antes de las siete menos cuarto (claro, unas son de la mañanita, otras de la tarde. No sus vayáis a creer que regreso antes de partir…). Justo a unos cienes de metros de casa, va y se estropicia. Escucho un clac, no puedo meter ni sacar… las marchas. Pienso: ¡Jodere Jose! Vaya suerte la mía, el embrague estropiciado; Pues nada, allá que se va la cámara de afotos, a mejor ocasión; Una pasta costará un nuevo poder embragar y desembragar en la conducción.

Me pongo en lo peor, jeringándose.

Buena suerte, jeringándome menos: bien podría haberse dado, el estropiciamiento, el domingo en medio de la autovía regresando. Pero esperó, que majo.

Mejor, simplemente un aproximador rompió.

Aunque no sé ¿será mejor que rompa un aproximador?


Según los casos y cosas.

Suertes varias y variopintas.


Descanso, mañana no trabajo.

Suspensión de actividad temporal, por temporal, anunciada.

¿Lo extrañísimo del caso? Incluso llamaron a casa para comunicarlo.

COSAS VEREDES…

2 comentarios:

  1. Te comprendo perfectamente, ami...Pero mi jornada no es camino de rusos (Perdón, rosas)

    En fins, disfrutaré con la idea de que mañana no tengo colegio(Algo bueno hace Feijoo...)

    Salu2

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  2. Bueno, lo del aproximador por lo menos suena bien; vas a tener un aproximador nuevo, lo que te vca a permitir aproximarte mejor. La proximidad es buena, supongo.
    Aunque, bien mirado, lo de la caja de cambios tampoco está nada mal. Si tienes una caja de cambios nueva ¿puedes cambiar las cosas más y mejor? ¿Puedes cambiarte tú también, si te apetece? A lo mejor puedes cambiar que para mí no sea fiesta, como para Kuru y para tí.

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