viernes, 16 de marzo de 2018

Ay, ay ay ay, que castigos nos manda el señor…


Con lo fácil que hubiera sido, por ejemplo y otros, vamos a sentarnos a hablar: no quiero continuar, vamos a buscar una solución consensuada. Y ya ta, precoz, a tiempo y punto. Dar con el punto je no es nada fácil, visto lo visto.

Pues no, vamos a terminar mal… voy a esperar para, a la mínima que me digas (aunque lo que me digas sea verdad y no mentira), aprovechar que el Pisuerga pasa por Valladolid y saltar a la yugular para justificar una razón para enfadarme asín ¡¡¡¡¡UHMMMM, mira que enfado tengo contigo, UUUYYY lo que me has dicho (verdad y no mentira, te he dicho), con el ceño fruncido (cual estreñimiento severo intentando de hacer…)  y todo te digo el enfado que tengo contigo!!!!

Haaaalaaa, a soltar cual ventilador (empieza por m y termina en ierda) esparciendo por todas partes sin razones para justificar una decisión que has tomado hace mucho tiempo ya, existan razones o no. Estando en todo tu derecho o izquierdo (en este último lado, poco o nado) de tomar las decisiones que te vengan en gana, faltaría más.

Pero no, no era necesario sin lugar a dudas, montarte tremenda pinícula ininjustificableble para hacer lo que sé hace mucho tiempo que ibas a hacer. Y sí, sin lugar a dudas, no era necesario faltar al respeto y provocar hasta el extremo de hacerme caer en tú juego… Y caí, que golpetazo me llevao por caer en tu juego absurdo,

Es más, te podría decir lo que va a pasar en un par de años, quizá tres (o antes, a lo peorísimo. Lo sé, pasé por allí ya, estoy de vuelta ya)… pero no lo voy a hacer, no vaya a ser que sea y me acuses de bruja avería desde tu pedestal de virgen vestal.

En fin, quizá en principio. Quedo muy agradecido con tus enseñanzas, he aprendido muchísimo, todo lo bueno que se debe hacer y más lo que nunca es admisible.
Arrevoire, como dijo Voltaire
Con la ilusión, con lo puesto, desnudo

domingo, 11 de marzo de 2018

El mundo mundial, el dejar de querer…



Los mitos por los suelos… Culpa propia, por mitificar.
El primer error, no fue mío aunque sí compartido.
El segundo error, sin lugar a dudas mío por permitirlo… No sé, pensaba de qué, creía de qué ¿Tontequé?
¿Llegará el tercer error, horror? Sin lugar a dudas: No.
En el segundo me planto, ni se te ocurra volver a hablarme así.
 No pienso explotar y ponerlo todo perdido (entre otras cosas porque me tocaría limpiarlo a mí, puesto que decidiste irte ya hace tiempo aunque no te atrevas a decirlo).
¡Qué cosas! Voy a creer en mí de una vez por todas, aunque no tanto como para darme un golpetazo al caer. Caeré, seguro que sí, siempre con el respeto por delante como amortiguación, sin faltarte al respeto a ti…
https://youtu.be/PIiustuQOlQ